El estudio chino X-Living es el autor de esta original biblioteca en la ciudad china de Chengdu. Un espacio bautizado como Chengdu Zhongshuge, que envuelve a los visitantes en una atmósfera mágica y llena de color.
Situada en el centro comercial Yintai Center, la biblioteca tiene su entrada a través de una fachada completamente acristalada. Una vez dentro, se accede a un impresionante espacio lleno de estanterías exentas en forma de bambú, entre las que crecen pequeñas mesas, que como brotes de bambú emergen del suelo. Con un diseño mucho más convencional, las estanterías perimetrales que envuelven la sala mantienen a los visitantes en el mundo real, “donde se sienten como en casa”, nos dicen sus autores.
Un auditorio de campos aterrazados
La escalera da acceso a la sala de conferencias, donde un graderío recuerda los campos aterrazados típicos de la zona. El trazado arbitrario y las distintas alturas permiten a los visitantes caminar sobre ellas, sentarse a descansar o escuchar una conferencia. De nuevo, el techo se ha revestido de espejo, multiplicándose así el paisaje aterrazado y generando una atmósfera casi irreal.
Fotografía: Shao Feng
Un bosque de setas para los niños
El área situada a la derecha de este bosque de bambú se ha reservado para los más pequeños. Un colorido y vibrante universo, envuelto de estanterías con forma de casas, molinos de viento y osos pandas. Las setas que nacen en el centro protegen a los niños, que pueden sentarse a leer bajo ellas. Cubierto de espejo, el techo multiplica los objetos, generando interesantes juegos visuales.
El área situada a la derecha de este bosque de bambú se ha reservado para los más pequeños. Un colorido y vibrante universo, envuelto de estanterías con forma de casas, molinos de viento y osos pandas. Las setas que nacen en el centro protegen a los niños, que pueden sentarse a leer bajo ellas. Cubierto de espejo, el techo multiplica los objetos, generando interesantes juegos visuales.
A la izquierda del bosque de bambú se eleva una pared de ladrillo rojo. Tras él se esconden varias salas, que distribuidas en dos alturas permiten consultar o leer un libro. Como en una ciudad, los visitantes pueden recorren los callejones, asomarse desde los balcones de la planta alta o sentarse a leer mientras disfrutan del paisaje. Todo, incluso el espacio que queda bajo los escalones que conducen a la planta alta, está colonizado por los libros.
Un auditorio de campos aterrazados
La escalera da acceso a la sala de conferencias, donde un graderío recuerda los campos aterrazados típicos de la zona. El trazado arbitrario y las distintas alturas permiten a los visitantes caminar sobre ellas, sentarse a descansar o escuchar una conferencia. De nuevo, el techo se ha revestido de espejo, multiplicándose así el paisaje aterrazado y generando una atmósfera casi irreal.
Fotografía: Shao Feng
Para más información visiten: XL-MUSE
Vía: diarioDESIGN
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