Hay casas que destacan por su tamaño, otras por su distribución, las hay que, incluso, integran elementos originales que las hacen todo un ejemplo de vanguardia y creatividad pero, si hay un rasgo de personalidad que llama poderosamente la atención, es la elegancia y la distinción en los espacios. Esa estética cuidada y sofisticada es lo que ofrece esta casa en la que, cada detalle, se ha cuidado hasta el extremo. Los espacios ofrecen una estética de indudable belleza marcada por una distribución que prioriza la relajación de sus habitantes en el interior.
Desde la entrada a las áreas de descanso, pasando por los baños, la cocina o el salón, cada habitación es un escenario que derrocha encanto. Cada uno de los elementos forma parte de un todo armónico en el que el confort y el gusto por los sofisticado se unen dando como resultado un proyecto rico en matices y atractivo.
La cocina
Desde esta perspectiva podemos adivinar buena parte del diseño de la cocina. La zona destinada a las creaciones culinarias apuesta por la elegancia de la sencillez, vistiendo su interior de un estilo escandinavo que, lejos de resultar aséptico o insulso, resulta realmente atractivo. La madera se funde con otros materiales dando vida a una composición sencilla pero atractiva y cargada de detalles. Desde las lámparas a los taburetes, pasando por el pavimento o la distribución, cada elemento añade un matiz determinado que suma valor al conjunto.
Una entrada con mucha clase
La vivienda cuenta con un segundo dormitorio que hace las veces de habitación para la prole o los invitados. La luminosidad vuelve a ser protagonista en una estancia que mantiene la paleta cromática presente en el resto de las habitaciones. La distribución de las camas, formando un ángulo recto, permite un aprovechamiento máximo de la superficie que, en cualquier caso, resulta extremadamente acogedora.
Pese a que, generalmente, no tiene unas dimensiones considerables, la entrada de la casa es un espacio al que hay que prestar especial cuidado. Su diseño hace las veces de tarjeta de presentación y, en consecuencia, ofrecer una estética atractiva es la mejor manera de captar la atención de visitantes y moradores. Un recibidor como este, despierta la curiosidad de cualquiera que atraviese el umbral de la puerta. Las líneas curvas que contornean el mobiliario complementan a la perfección el espejo, dando buena muestra de la elegancia que caracteriza todo el proyecto.
El salón
Si hay un punto de encuentro por excelencia en cualquier hogar ese es el salón. Aunque las tertulias y reuniones puedan trasladarse a la cocina, el baño o el dormitorio, lo cierto es que, es en esta habitación de la casa donde tienen lugar la mayor parte de los momentos compartidos. El diseño que vemos no podría resultar más cautivador. Los tonos claros y los grandes ventanales contribuyen a crear un ambiente lleno de luz al que, los suelos de parquet aportan una calidez incontestable que torna la sala en un espacio muy acogedor y sofisticado.
División de espacios
Una de las apuestas más modernas en diseño y decoración de interiores tiene que ver con la integración de los espacios o, lo que es lo mismo, el open concept. Esta casa elegante y sofisticada, hace un guiño a la popular corriente decorativa eligiendo un sistema de división entre la cocina y el salón que, pese a resultar igualmente efectivo, permite cierta continuidad del espacio. Unas atractivas puertas correderas hacen de elemento separador entre ambientes, convirtiéndose en todo un reclamo dentro del conjunto.
La puerta
Ya sea abierta o cerrada, la puerta corredera que divide cocina y salón es un elemento sobre el que es imposible no detenerse. Al margen de su funcionalidad, la aportación estética revaloriza el espacio al tiempo que confirma la calidad de un proyecto lleno de detalles. Su diseño artesanal es toda una invitación a la contemplación de un elemento que basa su atractivo en la combinación de vidrio, madera clara y marcos en blanco. Sencillamente, un ejemplo más de elegancia dentro del conjunto.
Ya sea abierta o cerrada, la puerta corredera que divide cocina y salón es un elemento sobre el que es imposible no detenerse. Al margen de su funcionalidad, la aportación estética revaloriza el espacio al tiempo que confirma la calidad de un proyecto lleno de detalles. Su diseño artesanal es toda una invitación a la contemplación de un elemento que basa su atractivo en la combinación de vidrio, madera clara y marcos en blanco. Sencillamente, un ejemplo más de elegancia dentro del conjunto.
El área de comedor se encuentra integrada dentro de la cocina. Las generosas dimensiones de esta habitación permiten una distribución coqueta que resulta, no solo altamente funcional, sino también muy atractiva. Una gran isla central domina buena parte del espacio y, en torno a ella, se disponen una serie de taburetes que permiten optimizar su uso como mostrador para un almuerzo rápido o un encuentro informal. El comedor, propiamente dicho, aprovecha la entrada de luz natural a través de la ventana para crear un rincón coqueto que completa el diseño de la cocina.
Un espacio para el ocio
La televisión es un elemento presente en multitud de diseños de salones y otras estancias que encuentran, en este objeto, la herramienta ideal para crear un espacio de ocio y relajación. El proyecto de esta casa elegante y sofisticada no renuncia a su integración como parte de la decoración del salón. El área destinada al televisor es informal y atractiva a partes iguales, trasladando, en cualquier caso, una atmósfera relajante con un mobiliario compuesto por una pieza que hace las veces de soporte y una mesa de centro en dos partes que añade un toque de personalidad a la estancia.
El dormitorio principal
La elegancia se cuela también en el diseño del dormitorio que respeta la línea cromática del resto de los espacios. No faltan detalles de estilo en forma de accesorios como los espejos que planean sobre el cabecero de la cama, o las lámparas que se descuelgan desde el techo a ambos lados de la misma. El puf a pie de cama completa una composición que denota el gusto por los matices y no escatima en recursos estéticos de todo tipo.
El baño
Uno de los principales atractivos de cualquier hogar es contar con un baño en el dormitorio principal. La comodidad es, en la práctica, uno de los mayores valores que aporta al conjunto aunque no el único. Su contribución estética en proyectos como el que nos ocupa, no pasa desapercibida. La propuesta cuenta con todo lujo de detalles: desde la calidez que traslada el suelo de madera, a la elección de la mampara de la ducha, pasando por la ausencia de puertas entre el baño y el dormitorio o la armonía en las transiciones.
El área del lavabo
Pese a no contar con puertas que delimiten el acceso al baño, la zona del lavabo y el inodoro están separadas del área de la ducha y el dormitorio con el fin de preservar cierta intimidad. El uso de un gran espejo en la pared del propio lavabo permite que la percepción espacial se magnifique creando una mayor sensación de amplitud. Una delicada puerta de cristal mantiene protegida el área del excusado mostrando, una vez más, el gusto por los detalles y la elegancia en los interiores.
El dormitorio juvenil
La vivienda cuenta con un segundo dormitorio que hace las veces de habitación para la prole o los invitados. La luminosidad vuelve a ser protagonista en una estancia que mantiene la paleta cromática presente en el resto de las habitaciones. La distribución de las camas, formando un ángulo recto, permite un aprovechamiento máximo de la superficie que, en cualquier caso, resulta extremadamente acogedora.
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Vía: homify
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