Conocida seguidora del slow design, la interiorista Susanna Cots ha creado un oasis de paz para los propietarios de esta vivienda, ubicada en la zona alta de Barcelona, que deseaban alejarse del ritmo frenético de esta gran urbe traspasado el umbral de su hogar y, al mismo tiempo, disfrutar de las magníficas vistas que les ofrece su privilegiada situación.
Los 180 m2 de la casa se distribuyen entre la sala de estar, el comedor, la cocina, la sala familiar, una suite, tres dormitorios, cinco baños y la terraza, que tienen como denominador común la calidez de la madera natural combinada con el color blanco y la atención a los detalles.
Uno de los puntos clave del proyecto ha sido la unión visual entre el interior y el exterior, creando una especial atmósfera en la zona común. Explica la diseñadora catalana que “la pieza que hace especial esta unión es una chimenea exterior, integrada en un marco negro a ras de suelo, que nos encuadra la terraza y nos une visualmente con la sala de estar, fundiendo estos dos espacios a través de una puerta que se abre completamente y deja un gran espacio común”.
Las distintas estancias están distribuidas a lo largo de un pasillo convertido en un espacio con un carisma especial gracias a su revestimiento de paneles forrados de madera lacada en blanco que integran pequeños cubículos, convertidos en jarrones con plantas naturales. Al mismo tiempo, estos paneles sirven para ocultar el baño de cortesía, la suite y las habitaciones juveniles.
En la distribución, la zona de día está claramente diferenciada de la de noche. La sala de estar y el comedor comparten un espacio común donde una chimenea, diseñada en bies, se convierte en el foco de atención. Esta pieza se encarga de separar sutilmente la zona del salón de la cocina, un espacio en blanco, con un pequeño office y amplia zona de almacenaje.
Justo en el centro de la planta, se ha dispuesto una estancia que sirve como lugar de encuentro familiar, zona de relax y también de estudio para jóvenes y adultos. También para ella y dentro de la calidez que impregna todos los rincones, se ha creado una personal imagen a través de una estructura de lamas de madera, diseñada a medida, en la que se integra la iluminación y sirve para encuadrar la habitación.
La zona de noche se recoge en una de las alas de la casa, donde también se han empleado materiales como la madera de roble y la laca blanca. Tanto el parquet como las tarimas y los muebles se han trabajado en madera de roble, mientras que la laca blanca aporta luminosidad y un elegante contraste, consiguiendo el espacio totalmente atemporal que es este confortable hogar.
Para más información visiten: Susanna Cots
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