El paisaje es el interior de Alagoas, Brasil, un lugar tan atípico de gran belleza y simplicidad. Les ayudó a entender que la partida debía ser mejorar la cultura local mediante el uso de técnicas regionales en el diseño y construcción de una casa y su interior. El resultado es un ambiente acogedor, claro y ligero.
El confort térmico fue una prioridad en el proyecto. Crearon ventilación cruzada y agujeros en el techo para la salida de aire caliente, mientras que el aire frío ingresa. Tejas translúcidas y ladrillos perforados también ayudaron a llevar la ventilación y la luz natural al interior de la casa, casi ausentes anteriormente.
Muebles de color neutro destacan objetos artesanales locales. Obras de arte de los nativos, así como la reutilización de objetos típicos en el diseño interior fueron algunas de las acciones que alimentaron el diseño.
La cocina tiene un trato especial en la casa, ya que hay un cocinero en la familia que ayuda a muchas instituciones comunitarias. El comedor está integrado a la cocina de manera que este espacio sea compartido intensamente por la familia. En las habitaciones, el estudio fue el foco.
En la fachada, decidieron utilizar pintura en su mayoría blanca para dialogar con los colores claros de la arquitectura local, mientras que el verde, el azul y la vegetación en lugares estratégicos dan vida al proyecto.
Para más información visiten: Tavares Duayer Arquitectura
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