El diseñador holandés Frederik Roijé renovó los 80 m2 de este apartamento localizado en la ciudad de Amsterdam (Holanda). Fiel a la simplicidad y la funcionalidad de los trabajos de Roijé, todo el diseño interior se ha reducido a líneas, superficies y volúmenes esenciales que, junto al tipo de materiales empleados, proporcionan al espacio un ambiente atemporal.
Como parte de la reforma, Frederik Roijé cambió la disposición de toda la vivienda para crear la sala de estar, el comedor y la cocina en un único espacio, aunque ésta última se encuentra en un nivel superior. En la cocina se utilizó madera maciza de roble para crear armarios y estanterías integrados, que contrastan con la isla en acero inoxidable. Este volumen, tratado con chorro de arena que le proporciona un acabado mate y agradable al tacto, incorpora un fregadero blanco.
Las habitaciones y los baños se encuentran a continuación de la cocina y separados de la zona de día, aunque las paredes interiores se sustituyeron por paramentos de cristal que permiten el paso de la luz natural. Otra pared de cristal, ésta en el salón, es el nexo de unión entre la zona de vida y el pequeño jardín de la parte posterior.
Explica el diseñador que “el uso de paredes de cristal da al apartamento claras líneas de visión y maximizan la experiencia espacial. Por otra parte, esto proporciona luz natural a cada habitación. La coherencia de los diferentes espacios de vida se ve magnificado por el uso de un único material para el pavimento de todo el apartamento: la madera de roble.”
Para equipar la vivienda, se han utilizado piezas diseñadas por el propio Frederik Roijé como la escalera de dos peldaños Split Step, la mesita de centro Tablefields, la silla de comedor Seatshell, la lámpara de suspensión Lampscapes y, en el exterior, la personal estufa de leña en acero corten, Smokstack.
Para más información visiten: Frederik Roijé
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