Adaptar los métodos expositivos de los puestos de venta ambulantes tradicionales africanos a la lógica de retail moderna y occidental. Así comienza el nuevo diseño de Egue y Seta, una pop-up store para la marca de chocolates Kongoh, que combina el origen de la materia prima (el cacao) con el lugar donde se sitúa (un centro comercial de Barcelona).
Al acercarse al puesto de chocolates, lo primero que sorprende es la exhibición del producto, empleando el escalonado típico de los tenderetes de mercado y sussacos de fibra, donde se han colocado trozos de chocolate, en el lugar que ocuparía grano o especias. Y aunque el marcaje serigrafiado y el cuenco metálico interior responden a necesidades higiénicas y de branding asociadas con normativas y gustos europeos, el guiño hacia la cultura originaria es inconfundible, aportando sensación de frescura y autenticidad.
Al acercarse al puesto de chocolates, lo primero que sorprende es la exhibición del producto, empleando el escalonado típico de los tenderetes de mercado y sussacos de fibra, donde se han colocado trozos de chocolate, en el lugar que ocuparía grano o especias. Y aunque el marcaje serigrafiado y el cuenco metálico interior responden a necesidades higiénicas y de branding asociadas con normativas y gustos europeos, el guiño hacia la cultura originaria es inconfundible, aportando sensación de frescura y autenticidad.
El producto se muestra así por niveles mediante el uso de graderías que intentan organizar la amplia gama de sabores y empaques en los cuales es posible consumir el producto. En sentido vertical, los productos pueden agruparse por sabor, mientras que en sentido horizontal es el formato lo que los unifica. De esta forma, la propia disposición de la tienda plantea un recorrido lineal y claro que guía al comprador desde el punto de recogida de los conos hasta la caja, a lo largo de un corto pero intenso viaje sensitivo a los campos de cacao africanos.
En los extremos de la tienda se sitúan unos tótems que funcionan como reclamo en la distancia y rótulo principal del establecimiento, aportando también funcionalidad al proporcionar un accesible y cómodo espacio de almacenamiento. En su parte superior se han colocado plantas tropicales que con su exuberancia y verdor recuerdan, de nuevo, el lugar de procedencia de la materia prima empleada en la fabricación de estos chocolates.
El diseño gráfico, desarrollado por REDCODE Agency, se basa en la tradición africana y escoge una tipografía sencilla con la que transmite mensajes concisos y simpáticos: al fin y al cabo, se trata de disfrutar de una dulce tentación.
La iluminación se ha resuelto a base de lineales de LEDs y bombillas de bajo consumo que aportan luz indirecta, envolviendo el producto en un tenue halo de luz cálida.
Para más información visiten: Egue & Seta, Kongoh, REDCODE Agency
Vía: diarioDESIGN
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