Rugantino Casa Tua es un nuevo restaurante sitiado en el madrileño barrio de Salamanca surgido de la imaginación de Ilmiodesign. Gracias a su arquitectura orgánica, suelos de barro y detalles artesanales y muy vividos, en Rugantino se respiran atmósferas, colores y voces mediterráneas.
Como buen y gran anfitrión, Rugantino nos recibe en un espacio acogedor a simple vista, y que quiere hacernos sentir como en nuestra propia casa: “casa tua”. Un espacio de marcado estilo mediterráneo que exhibe su personalidad a través de recuerdos y experiencias vividas, y que expresa su amor por el arte y la artesanía.
Aquí, la atmósfera es diferente, y la calidez del ambiente hace que el cliente sea un “amigo” invitado a disfrutar de una velada hogareña. Y, a pesar de estar en el corazón de Madrid, no tarda en trasladarnos a una entrañable casa de un encantador pueblito a las orillas del mar Mediterráneo.
La propia distribución y los detalles de su decoración desmarcan este establecimiento de lo convencional. El primer reclamo de Rugantino está en su fachada, una superficie revestida con un mosaico de piezas cerámicas hechas a mano que expresan las características de lo que vamos a encontrar. Artesanía que evoca dedicación y cariño, exclusividad y personalidad.
Paso a paso, bajamos la escalera principal cubiertos por un cielo de lámparas cerámicas que nos guían y acompañan hasta el salón principal. Aquí nos sorprende, nada más entrar, la zona de estar con la chimenea, el corazón de “esta casa” que domina y organiza el mobiliario alrededor del cual se desarrollan todas las demás estancias: la biblioteca, la cocina y, claro está, el comedor.
Desde aquí llegamos a intuir el resto del espacio, caracterizado por ambientes recogidos, curvos y orgánicos. Paredes pintadas en tonos neutros ceden protagonismo al mobiliario y a todos los objetos que colaboran en la definición de este espacio, cálido y acogedor.
Completa la sala una gran biblioteca llena de libros y objetos auténticos del pasado, que quieren despertar recuerdos en los visitantes. La decoración de Rugantino se complementa con las obras seleccionadas del fotógrafo brasileño Eduardo Marco que aportan color, calidez y frescura al proyecto.
El material cerámico ha tomado verdadero protagonismo en la intervención, utilizado como material de revestimiento y decorativo, en clara alusión a la tradición cerámica mediterránea. Las esculturas (diseñadas por Ilmiodesign) que se encuentran en los nichos y apoyadas sobre las repisas, nacen todas desde la misma matriz.
El cromatismo de las piezas cerámicas se inspira a las obras de Giorgio Morandi, en particular los bodegones, pintados con suaves tonos pastel, que contrastan con el entorno arquitectónico blanco. Naranjas calderos, morados, verdes intensos, beige… Colores que se mezclan en un conjunto que se identifica con una casa mediterránea fresca, desenfadada y amigable.
Por último, la conexión entre la iluminación elegida y los elementos decorativos es muy marcada. Ambos se compenetran con el fin de resaltar los objetos y permitir una luz tenue, indirecta, cálida e intimista.
Para más información visiten: Rugantino, Ilmiodesign, Eduardo Marco
Vía: diarioDESIGN
Para más información visiten: Rugantino, Ilmiodesign, Eduardo Marco
Vía: diarioDESIGN
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