martes, 8 de julio de 2014

Reforma integral de Cotacero Taller de Arquitectura

Miguel Moragues (Barcelona 1978) y Natxo Solsona (Barcelona 1978) trabajan asociados desde el año 2004. Juntos coordinan y dirigen  COTACERO Taller de Arquitectura y, con este reportaje, van a mostrarnos su manera de trabajar y llevar a cabo proyectos con mucha ilusión y profesionalidad con: Una reforma integral de una vivienda de segunda residencia de verano situada en la parte norte de la Costa Brava.


La vivienda se divide en dos niveles de planta: las zonas de estar en planta baja y un nivel superior con un programa de habitaciones formado por 3 estancias.

Planta baja de la vivienda


El taller de arquitectura Cotacero optó por diafanar en un ambiente único en dos niveles, el salón-comedor al que se le suma un espacio de cocina. Con esta medida consiguieron ampliar el espacio de día en toda la profundidad de planta y, trasdosado en la parte posterior a modo de “mochila”, adjuntaron un conjunto húmedo en formato de “jardín” cubierto que actuó como elemento refrigerador natural. Esta “mochila”, o cámara refrigerante compuesta por una superficie de madera de teca y un aseo de cortesía con ducha, permitieron el uso de agua en el interior de la vivienda, tanto para el riego de la vegetación como para asearse después de una sesión de playa.
La realización de la distribución de las zonas de estar giró entorno a un eje central, en el sentido longitudinal de la planta y formando un espacio de reunión a modo de comedor en isla que, a su vez, estaría adosado al grupo de lavado de la cocina. La zona de cocción, en el costado opuesto, quedaría enrasada al bajo-escalera, el cual se aprovecha en toda su profundidad y se extiende hasta el extremo de la planta con las funciones de lavadero en el área jardín antes mencionada. El salón queda deprimido a la cota de acceso de la vivienda dividiendo de esta forma el área propia de ocio y descanso del espacio funcional de comedor-cocina.

Planta primera de la vivienda

La planta primera ubica tres habitaciones y dos baños completos conectados por un distribuidor central que incluye el desembarque de la escalera. La suite se concibe como si de un hotel se tratara, con el objetivo de espaciar el ambiente y compartir usos de forma desenfadada teniendo en cuenta que es en verano cuando mayor uso se da a la vivienda y, cuando menos rutina se quiere establecer dentro del período de vacaciones. Es por ese motivo el uso de las transparencias, ambientes translucidos que permiten la penetración de la luz, elementos de mobiliario abierto evitando compartimentaciones o divisiones incomodas…
El resto de habitaciones permiten poco juego por sus dimensiones. De todas formas, otra vez, se integra el espacio sobre el uso como es el caso de la habitación de “Memé” donde pueden dormir hasta 3 personas utilizando la altura en forma de litera superpuesta arriba y su cama nido abajo además de un escritorio, todo ello en poco menos de 8 metros cuadrados.
En el caso del espacio para invitados utilizaron la necesidad de ubicar un armario para convertirlo en tabique y a la vez, que su puerta sirviera de cierre de la misma estancia.
En general se utilizaron materiales claros, ocres y paneles de vidrio para obtener una mayor reflexión y absorción de la luz natural. Como punto de contraste los arquitectos pensaron en la madera de roble sobre tablero marino contrachapado para confortar y suavizar materiales como el pavimento realizado mediante mortero autonivelante cementoso o el acero inoxidable mateado en los herrajes. Los tapizados en panel y en cabezales de cama en capitoné completaron los grupos de materiales propuestos.
Para más información visiten: Cotacero Taller de Arquitectura 

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