Descripción de los arquitectos. Cuando el apartamento en Heleneborgsgatan en Estocolmo, Suecia estaba en venta en el año 2012, era utilizado como un almacén de muebles durante 30 años. El dueño anterior había comenzado una renovación en la década de 1980, pero cayó enfermo y el apartamento fue dejado intacto hasta su muerte. El tiempo había sido congelado; el tapizado de las paredes fue retirado a media, sólo unos azulejos y un grifo de cocina sobresalían de una pared, no había electricidad y un cuarto de baño sólo tenía signos de ratas como habitantes.
En una ciudad como Estocolmo, con una enorme escasez de viviendas y con cada metro cuadrado que aumenta de precio por minuto, esta historia era algo imposible de entender y resistir.
El apartamento es el resultado de una fascinación por este; una oportunidad para permitir que las capas anteriores y las historias de un espacio de vida sobresalgan y llenen al mismo tiempo las necesidades de la nueva historia que se llevará a cabo.
El apartamento es de 36m² y el objetivo era encajar todo lo deseada por el ocupante. En este caso: espacios generosos, una sensación aireada, walk in closet, tods las aplicaciones para la vida cotidiana, una gran ducha / bañera lujosa, diferentes posibilidades de movimiento, un espacio que pudiese ser dividido cuando se requiriera. Finalmente tuvo que ser LIGERO y BARATO!
El resultado es un apartamento dividido en dos partes. Uno en donde todo es parte de una estructura, que está basada en los muebles de cocina Ikea. Todo en esta parte completamente remodelado con electricidad dentro de las paredes y con todas las superficies pintadas de blanco con el fin de traer y reflejar la luz. Aquí todas las funciones se comprimen mutuamente por encima, entre medio, bajo y dentro. El dormitorio, la cocina, el armario y la despenza son todos uno. La segunda parte es dejada con cosas libres y mantiene las superficies más o menos como han sido durante los últimos 20 años. Los agujeros en las paredes se han llenado, el papel tapiz y la pintura fueron desmontados y los cables eléctricos y enchufes, se han añadido en el exterior de las paredes.
El baño se convierte en la conexión entre las dos partes.
Para más información visiten: Karin Matz
Vía: Plataforma Arquitectura
En una ciudad como Estocolmo, con una enorme escasez de viviendas y con cada metro cuadrado que aumenta de precio por minuto, esta historia era algo imposible de entender y resistir.
El apartamento es el resultado de una fascinación por este; una oportunidad para permitir que las capas anteriores y las historias de un espacio de vida sobresalgan y llenen al mismo tiempo las necesidades de la nueva historia que se llevará a cabo.
El apartamento es de 36m² y el objetivo era encajar todo lo deseada por el ocupante. En este caso: espacios generosos, una sensación aireada, walk in closet, tods las aplicaciones para la vida cotidiana, una gran ducha / bañera lujosa, diferentes posibilidades de movimiento, un espacio que pudiese ser dividido cuando se requiriera. Finalmente tuvo que ser LIGERO y BARATO!
El resultado es un apartamento dividido en dos partes. Uno en donde todo es parte de una estructura, que está basada en los muebles de cocina Ikea. Todo en esta parte completamente remodelado con electricidad dentro de las paredes y con todas las superficies pintadas de blanco con el fin de traer y reflejar la luz. Aquí todas las funciones se comprimen mutuamente por encima, entre medio, bajo y dentro. El dormitorio, la cocina, el armario y la despenza son todos uno. La segunda parte es dejada con cosas libres y mantiene las superficies más o menos como han sido durante los últimos 20 años. Los agujeros en las paredes se han llenado, el papel tapiz y la pintura fueron desmontados y los cables eléctricos y enchufes, se han añadido en el exterior de las paredes.
El baño se convierte en la conexión entre las dos partes.
Para más información visiten: Karin Matz
Vía: Plataforma Arquitectura
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