Los sofás cama son una opción funcional muy acertada para viviendas pequeñas. Tienen fama de feos, de incómodos y de no ejercer bien ninguna de sus dos funciones, pero afortunadamente hoy es posible elegir entre muchos estilos y sistemas de apertura. Son ideales para estudios de pocos metros donde conviven el salón y el dormitorio o como solución para invitados ocasionales.
Antes era casi un axioma entre los tapiceros: “Sofá cama, ni sofá ni cama”. Hoy día es posible encontrar ya modelos que ejerzan decentemente ambas funciones y que además satisfagan las necesidades de todo tipo de público.
Para hacer una buena elección de sofá cama, lo primero es conocer el uso que se le va a dar (¿diario o esporádico? ) y dónde estará ubicado (¿en el salón o en una habitación secundaria?).
Sofá cama para uso diario. Seguramente, estará ubicado en el salón, así es que necesita disponer de una apertura muy sencilla. El sofá debe tener unos asientos cómodos, pero también un buen colchón de muelles (fino) que asegure el descanso nocturno. Observe la altura y la profundidad de los asientos, porque a menudo son más altos y/o cortos de lo normal . Ocurre en algunos modelos tradicionales porque necesitan espacio tanto debajo de los asientos como detrás (bajo el respaldo) para alojar la estructura de la cama plegada. Al sentarse en él, las piernas deben quedar cómodamente flexionadas, los pies llegar al suelo sin problema y el asiento extenderse hasta las rodillas. Pruébelo en la tienda tal y como se lo entregarán, y no lo encargue si no quiere llevarse sorpresas…
Sofá cama para uso esporádico. Si su sofá sólo se usará ocasionalmente como cama para recibir invitados, plantéese si no prefiere disponer de un colchón autohinchable, que puede guardar, o ubicar una cama nido en algún dormitorio. A veces no merece la pena la inversión en un buen sofá-cama, que salvo algunos modelos suele ser más caro que un sofá normal. Quizá no necesite un colchón de muelles, sino que le baste con uno de espuma aceptable.
Ubicación del sofá cama. Si el sofá cama va a ubicarse en el salón, tendrá que adecuarse necesariamente al estilo de éste. No sólo debe primar la funcionalidad, sino también la estética, y lo cierto es que no existen muchos estilos de sofás adaptados a sofá cama, así es que se verá limitado en la elección. Si el sofá cama va a estar en un dormitorio secundario, un modelo más funcional sin tantas concesiones a la estética puede hacer el papel perfectamente. También puede pensar si no es mejor poner una cama de día, esa pieza con trasera y dos brazos que puede que es cama, pero ejerce de sofá cuando se le dota de suficientes cojines en el respaldo y los laterales .
Los sistemas apertura de los sofás cama son el segundo factor en el que debe centrar su atención. Necesita tomar medidas en casa del espacio disponible: a menudo son piezas grandes cuando están cerrados, pero también necesita saber qué espacio ocupará cuando esté desplegado. Compre un modelo que no tenga que mover de sitio al hacerlo cama.
Sofá-cama desplegable tradicional (italiano). Si hace tiempo que no ve un sofá cama tradicional, encontrará que incorporan novedades: por ejemplo, no es necesario retirar los cojines del sofá, ya que van adheridos a la estructura de la cama y se mueven con ella. Tienen mucho peso, así es que probablemente se lo traerán desmontado. Debe probarlo en la tienda tanto cerrado como abierto, comprobar la facilidad de apertura y preguntar si podrá plegarlo con la ropa de cama puesta. El colchón puede ser de espuma, de látex o de muelles. Los de buena calidad pueden durar 10 años con uso diario. (A partir de 1.000 €, modelos aceptables).
Sofá cama tipo futón. Es una pieza barata, con un aspecto moderno que entona muy bien con ambientes contemporáneos. Al elegir, observe: que no se deslice cuando está sentado, que incorpore funda, y que una vez abierta la cama, la división del futón esté centrada para que puedan dormir cómodamente dos personas. Muchos de estos sofás vienen desmontados para que los instale usted mismo, así es que preste atención a las instrucciones y revise todo si al terminar sobra alguna pieza. No son tan duraderos como los tradicionales, pero pueden hacer un buen papel en ambientes jóvenes donde no es necesario que la decoración dure tantos años. Los mejores tienen la estructura de madera de haya y permiten ofrecer la opción de colchón de látex. (A partir de 750 € modelo de 1,50 m.)
Sofá clic-clac. Este modelo se ha impuesto por su sencillez y su precio para decorar ambientes juveniles. Se trata de un sofá cama muy básico en el que simplemente se abate el respaldo para conformar una cama bastante amplia. No suelen llevar materiales de gran calidad, así es que hay que fijarse bien en la colchoneta, el tejido y en si es posible retirar la funda. Son grandes, ya que el largo del sofá es el largo de la cama (1,90 o 2 metros). Algunos son articulables una vez convertidos en cama. Resultan adecuados para habitaciones secundarias y uso limitado como cama. (A partir de 300 €.)
Sofá-cama con cajón escondido. Se parece a los clic-clac en que el respaldo se abate y se desliza a la vez, pero son más pequeños, ya que la longitud del sofá coincide con el ancho de la cama (1,40 a 1,50 m). Un cajón extraíble bajo el sofá permite extender la colchoneta doblada que forma el asiento y conformar finalmente la cama. Son sencillos pero cómodos en sus dos funciones, y resultan adecuados para habitaciones secundarias. (A partir de 500 €.)
Otros modelos. Una novedad son los sofás cama con dos camas individuales. En su estructura se parece al tradicional, pero con dos camas que se abren individualmente, por lo que es más versátil. También es interesante el sofá convertible en litera, un modelo increíble que permite disponer en un plis-plas de una litera y una cama nido aparte. El sofá-nido es una versión interesante, que permite tener una cama bajo el sofá en forma de cajón, uniendo las ventajas de cada pieza por separado.
Vía: Deco Estilo
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