El vidrio acústico es un vidrio compuesto en el exterior por un vidrio laminado de dos láminas unidas entre sí por una capa de plástico (PVB) diseñada para reforzar el aislamiento acústico, una cámara de aire, y un segundo vidrio interior, que puede ser un vidrio simple (transparente o mateado al ácido para preservar la intimidad) o un vidrio también laminado con función de aislamiento térmico, control solar, baja emisividad o de seguridad.
Los decibelios (dB) miden la intensidad del ruido. El nivel de audición está fijado en 0 dB, por debajo del cual el oído humano no percibe el sonido. El umbral del dolor físico para el oído está alrededor de los 140 dB. Un avión al despegar genera 130 dB. Un ambiente silencioso no significa que el nivel sonoro sea 0 dB.
Con 50 dB aparecen dificultades de concentración. En un bosque tranquilo encontraremos 20 dB, en una biblioteca 35 dB, en una oficina de 60-70 dB.
El ruido proveniente de una calle con tráfico rodado es de 75-80 dB. Un vidrio simple atenúa el ruido 20 dB. Este vidrio no es una eficaz barrera contra la contaminación acústica.
Un vidrio doble puede lograr una atenuación de 30-32 dB. La relación precio-rendimiento de este vidrio doble es excepcional. Pensemos que para el oído humano cada 10 dB adicionales de atenuación acústica significa reducir subjetivamente la percepción del ruido en un 50%.
Con un vidrio doble acústico normal se logra una atenuación acústica de 36-40 dB, lográndose un aislamiento acústico de alta calidad.
Con un vidrio doble acústico elevado se logra una atenuación acústica de 42-45 dB, esto es reduce en un 50% la percepción subjetiva del ruido respecto a un vidrio doble. Este tipo de vidrios son recomendables para lugares con gran carga acústica.
Vía: Fenster
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