Lo clásico está más de moda que nunca gracias a su reciente renovación. Esta consiste en la combinación de piezas románticas, barrocas o decimonónicas con otras modernas y vanguardistas, dando lugar a estancias atractivas, luminosas, espaciosas, menos recargadas y muy prácticas. El estilo clásico renovado nos ofrece el lujo y la calidez de los ambientes conservadores, y la practicidad y elegancia de los hogares modernos.
Hogares serenos, acogedores y relajantes, con un estilo único, nada recargado ni vulgar, pero sí muy práctico y lujoso. Se trata de viviendas en las que predominan la luz y la amplitud gracias a los blancos y cremas, que van siempre combinados con colores tierra, negros u otros como rojos, azules y verdes, que aparecen en textiles, complementos o cuadros.
Estas casas se caracterizan, también, por combinar su gusto por los materiales naturales con otros modernos como los lacados. Se trata de hogares decorados con mobiliario de estilo clásico, pero en colores y tratamientos muy actuales.
Los muebles
Tal y como sucede con el mobiliario tradicional, se trata de piezas con líneas sobrias, si bien en este caso menos recargadas, realizadas, sobre todo, en madera noble (roble, ébano, nogal, haya…) y otros materiales naturales. Sin embargo, una de las novedades del estilo clásico renovado son los acabados, que varían ligeramente e incorporando nuevas terminaciones como los lacados.
Las piezas básicas en este tipo de viviendas son las librerías, aparados, consolas, sifonieres, cómodas, baúles, espejos, butacas, amplios cabeceros o mesas con crucetas de madera.
Los materiales
Con el objetivo de lograr unos espacios serenos y acogedores, estas viviendas se nutren de muebles y otros complementos realizados, sobre todo, en materiales naturales. Como ya hemos dicho antes, las maderas nobles son las grandes protagonistas, pero también encontramos predilección por el mármol, la piedra, forja y el vidrio. En cuanto a textiles, priman el algodón y el lino.
Se trata de materiales de calidad, pensados para resistir sin problemas el paso de los años, pero con unos acabados modernos y actuales.
En cuanto a revestimientos, además de los suelos de madera, encontramos gran predilección por los zócalos y molduras en paredes y techos, así como de cenefas, que dividen la pared en dos. También destaca, en especial en los últimos años, el uso de papel pintado, con motivos florales, de rayas o cuadros.
Los colores
Para ganar amplitud y luminosidad, y dar así una imagen cálida en las estancias, lo normal es usar colores claros, como el blanco y los cremas, como base. De esta forma, combinar los objetos modernos con los clásicos resultará mucho más sencillo. Pero los tonos claros no son los únicos que decoran este tipo de hogares.
Azules claros, verdes apagados, rojos, rosas, grises, marrones, negros y hasta amarillos suaves inundarán los complementos y textiles para darle un toque más actual a la casa.
Los complementos y textiles
Como sucede con cualquier estilo, los complementos son indispensables a la hora de decorar la casa. En este estilo, encontramos algunos típicos del clásico puro como los baúles, los espejos de grandes dimensiones o las cestas y cajas de mimbre, metal, cartón o madera. Otros, como las clásicas alfombras persas, se sustituyen por alfombras de pelo largo. O las cortinas, que si bien no desaparecen, pasan a combinarse con los estores. Además, en el clásico renovado también encontramos elementos comunes con otros estilos como las plantas, flores, velas y cuadros. Estos últimos son los que más modernidad y color deben aportar a la estancia.
Los textiles, por su parte, están en todas partes. Cojines de colores y estampados florales o de rayas, cortinas combinadas con textiles, plaids, alfombras de pelo largo, caminos de mesa, los tapizados de los sillones, sofás o los grandes cabeceros… En lisos o estampados a rayas, flores o cuadros, pero siempre en materiales muy naturales y elegantes como el algodón, el lino o el terciopelo.
Las estancias
Por estancias, en el estilo clásico renovado nos encontramos dormitorios con camas grandes de cabeceros muy remarcados en forja, madera o capitoné, cómodas, sinfonieres, mesillas, tocadores o escritorios, sillones, espejos muy grandes, lámparas con pantalla pero con un toque moderno y cortinas combinadas con estores. Para decorar, cuadros vanguardistas, fotografías modernas, pufs y hasta taburetes.
En la cocina predominan los muebles blancos o de color crema de madera, que contrasta con los frentes y la encimera de Silestone o mármol, y de otros acabados como el acero o vidrio o los lacados. Esta estancia suele denotar romanticismo y una imagen más rústica, aunque suele combinarse con complementos modernos como sillas y mesas de comedor de líneas muy actuales.
Por su parte, los baños disponen de bañeras exentas o de duchas a ras de suelo, con mamparas y una grifería moderna y sencilla. Predominan los muebles de bajolavabo en maderas nobles o lacados, con encimeras de mármol. Un diseño de líneas rectas y revestimientos en colores crudos, tierras o tonos claros, con textiles a juego y adornos como velas u otros de inspiración más zen.
Además, los salones se despejan de muebles más que en estilo clásico puro. Dejando alguna vitrina y/o aparador, librería, sofás y sillones, sin contar con la zona de comedor. Las líneas siguen siendo rectas y destacan los muebles con crucetas. La nota moderna viene de la mano de los acabados lacados y los elementos decorativos.
Vía: fotocasa
Hogares serenos, acogedores y relajantes, con un estilo único, nada recargado ni vulgar, pero sí muy práctico y lujoso. Se trata de viviendas en las que predominan la luz y la amplitud gracias a los blancos y cremas, que van siempre combinados con colores tierra, negros u otros como rojos, azules y verdes, que aparecen en textiles, complementos o cuadros.
Estas casas se caracterizan, también, por combinar su gusto por los materiales naturales con otros modernos como los lacados. Se trata de hogares decorados con mobiliario de estilo clásico, pero en colores y tratamientos muy actuales.
Los muebles
Tal y como sucede con el mobiliario tradicional, se trata de piezas con líneas sobrias, si bien en este caso menos recargadas, realizadas, sobre todo, en madera noble (roble, ébano, nogal, haya…) y otros materiales naturales. Sin embargo, una de las novedades del estilo clásico renovado son los acabados, que varían ligeramente e incorporando nuevas terminaciones como los lacados.
Las piezas básicas en este tipo de viviendas son las librerías, aparados, consolas, sifonieres, cómodas, baúles, espejos, butacas, amplios cabeceros o mesas con crucetas de madera.
Los materiales
Con el objetivo de lograr unos espacios serenos y acogedores, estas viviendas se nutren de muebles y otros complementos realizados, sobre todo, en materiales naturales. Como ya hemos dicho antes, las maderas nobles son las grandes protagonistas, pero también encontramos predilección por el mármol, la piedra, forja y el vidrio. En cuanto a textiles, priman el algodón y el lino.
Se trata de materiales de calidad, pensados para resistir sin problemas el paso de los años, pero con unos acabados modernos y actuales.
En cuanto a revestimientos, además de los suelos de madera, encontramos gran predilección por los zócalos y molduras en paredes y techos, así como de cenefas, que dividen la pared en dos. También destaca, en especial en los últimos años, el uso de papel pintado, con motivos florales, de rayas o cuadros.
Los colores
Para ganar amplitud y luminosidad, y dar así una imagen cálida en las estancias, lo normal es usar colores claros, como el blanco y los cremas, como base. De esta forma, combinar los objetos modernos con los clásicos resultará mucho más sencillo. Pero los tonos claros no son los únicos que decoran este tipo de hogares.
Azules claros, verdes apagados, rojos, rosas, grises, marrones, negros y hasta amarillos suaves inundarán los complementos y textiles para darle un toque más actual a la casa.
Los complementos y textiles
Como sucede con cualquier estilo, los complementos son indispensables a la hora de decorar la casa. En este estilo, encontramos algunos típicos del clásico puro como los baúles, los espejos de grandes dimensiones o las cestas y cajas de mimbre, metal, cartón o madera. Otros, como las clásicas alfombras persas, se sustituyen por alfombras de pelo largo. O las cortinas, que si bien no desaparecen, pasan a combinarse con los estores. Además, en el clásico renovado también encontramos elementos comunes con otros estilos como las plantas, flores, velas y cuadros. Estos últimos son los que más modernidad y color deben aportar a la estancia.
Los textiles, por su parte, están en todas partes. Cojines de colores y estampados florales o de rayas, cortinas combinadas con textiles, plaids, alfombras de pelo largo, caminos de mesa, los tapizados de los sillones, sofás o los grandes cabeceros… En lisos o estampados a rayas, flores o cuadros, pero siempre en materiales muy naturales y elegantes como el algodón, el lino o el terciopelo.
Las estancias
Por estancias, en el estilo clásico renovado nos encontramos dormitorios con camas grandes de cabeceros muy remarcados en forja, madera o capitoné, cómodas, sinfonieres, mesillas, tocadores o escritorios, sillones, espejos muy grandes, lámparas con pantalla pero con un toque moderno y cortinas combinadas con estores. Para decorar, cuadros vanguardistas, fotografías modernas, pufs y hasta taburetes.
En la cocina predominan los muebles blancos o de color crema de madera, que contrasta con los frentes y la encimera de Silestone o mármol, y de otros acabados como el acero o vidrio o los lacados. Esta estancia suele denotar romanticismo y una imagen más rústica, aunque suele combinarse con complementos modernos como sillas y mesas de comedor de líneas muy actuales.
Por su parte, los baños disponen de bañeras exentas o de duchas a ras de suelo, con mamparas y una grifería moderna y sencilla. Predominan los muebles de bajolavabo en maderas nobles o lacados, con encimeras de mármol. Un diseño de líneas rectas y revestimientos en colores crudos, tierras o tonos claros, con textiles a juego y adornos como velas u otros de inspiración más zen.
Además, los salones se despejan de muebles más que en estilo clásico puro. Dejando alguna vitrina y/o aparador, librería, sofás y sillones, sin contar con la zona de comedor. Las líneas siguen siendo rectas y destacan los muebles con crucetas. La nota moderna viene de la mano de los acabados lacados y los elementos decorativos.
Vía: fotocasa
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