Son una opción altamente decorativa pero más ecológica y práctica que las chimeneas de leña. El bioetanol es una fuente de energía renovable inodora, muy limpia ya que genera niveles bajos de CO2 y resulta muy fácil de instalar, ya que no requiere ni salida de humos ni conexión eléctrica.
Al quemar, el bioetanol almacenado en una cámara de combustión desprende un alto poder calorífico, que proyectado por convección, resulta el complemento perfecto a cualquier otro sistema de calefacción. Al no disponer de chimenea, no existe escape energético alguno, sin embargo, nos permite disfrutar igualmente de una bonita y confortable llama.
Según su instalación encontramos 3 tipos diferentes:
Según su instalación encontramos 3 tipos diferentes:
Estufas de pared: colgadas como si fuesen cuadros en la pared, su cuerpo está fabricado en acero inoxidable y su peso oscila entre los 10kg y los 20kg.
Estufas de sobremesa: alcanzan poca temperatura, por eso resultan más decorativas que otra cosa, si bien también notaremos calidez.
Estufas de suelo: resultan muy fáciles de transportar y se pueden colocar en cualquier rincón.
En cuanto a la seguridad, sólo debemos procurar mantener una distancia prudente, si se trata de modelos de suelo o pared, y asegurarnos de que el recipiente esté bien cerrado y lejos de fuentes de ignición. También debe estar fuera del alcance de los niños.
Vía: fotocasa
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