En la costa de Long Island, en Nueva York, se encuentra esta estupenda casa, una construcción del año 1969 para la que sus actuales propietarios han elegido un encantador estilo rústico vintage, en el que que son básicas las antigüedades y las obras de arte contemporáneo. Con los muebles y complementos recuperados se logra esa sensación de calidez que siempre buscamos, sea cual sea el estilo decorativo que hayamos elegido para nuestra casa. Las paredes blancas, el suelo de tarima y la viguería del techo logran un fondo perfecto que hace de nexo entre los muebles de madera, los diseños a medida, las piezas de procedencia industrial y las vintage. La mesa de centro es de John Houshmand.
El comedor es eclecticismo en estado puro. La mesa, rústica, es un diseño realizado a medida a partir de una pieza de roble blanco rescatada de un granero; las sillas, de estilo nórdico; las obras de arte; la lámpara del techo, una versión renovada de los tradicionales diseños medievales… ¡Un mix muy particular! Si le ha gustado la mesa, en Mobius Living tienen modelos muy similares.
Listones de madera recuperada revisten la pared de esta sala de estar. Este revestimiento, garantía de interiores cálidos y acogedores, es habitual en decoraciones de tipo rústico y estilo vintage, aunque también es posible encontrar modernos panelados para ambientes contemporáneos.
¿Qué le parece el aire “neorrústico chic” de la cocina? Madera recuperada, frentes de vidrio, encimeras de piedra, piezas de estilo industrial-vintage… Un ambiente que bien podría estar en la costa mediterránea.
El cuadro de la pared del cabecero inspiró la decoración del dormitorio, para el que se combinaron tonos crudos y azules muy suaves. El resultado es un ambiente moderno, con muebles de madera oscura, casi negra, y una atmósfera serena y relajante que invita al descanso. ¿O serán las vistas al jardín lo que relaja?
La bañera es una versión actual de los tradicionales modelos exentos de antaño y aporta el toque moderno a la decoración del baño. El mueble de lavabo, de madera recuperada y piedra, recuerda a la isla de la cocina. El frente acristalado se vistió con cuerdas de Manila, igual que el entrevigado del techo del salón.
Y ésta es la vivienda en cuestión. Una casa de playa moderna, en Los Hamptons, Nueva York, que se construyó en 1969 y que cuenta con un salón con comedor, la cocina, una sala de estar, cuatro dormitorios y dos baños. La fachada acristalada dota a los interiores, no sólo de abundamente luminosidad, sino también de unas estupendas vistas al jardín que bordea la casa.
Imágenes: Living Etc
Vía: decoratrix
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