Esta acogedora y moderna vivienda, que se encuentra en Lomma, Suecia, cambió por completo tras una minuciosa reforma integral. Los propietarios deseaban renovarla para sentirse cómodos y disfrutarla plenamente. Sabían que era necesario actualizar las instalaciones, cambiar por completo la distribución, los materiales, la carpintería, la iluminación… Siete meses de obras, y un resultado espectacular.
Para la decoración del salón, se apostó por una base neutra, con paredes, telas y tapicerías en blanco, a la que después se añadieron pinceladas de contrastes en tonos negros. Esta gama, además de encajar con cualquier propuesta decorativa, admite la mezcla de piezas de diferentes estilos y materiales. Así, junto a los muebles de madera natural, se colocaron diseños en laca y otros en negro, como la consola que se apoya en el respaldo de uno de los sofás.
El comedor también es blanco. La mesa, de madera acabada en color negro, se acompañó de seis sillas desenfundables. En una de las paredes, se colocó un aparador para almacenar vajillas y cristalerías, mientras que la que queda justo en frente se decoró con pintura de pizarra. Parece que la tendencia de las cabezas de animales en las paredes ha llegado a esta casa de Suecia.
Un papel que reproduce el frontal de una estantería repleta de libros consigue dar profundidad a esta estancia, una acogedora y luminosa zona de trabajo desde donde trabaja la propietaria de esta vivienda.
¡Cómo nos gusta reunirnos en la cocina! Por eso, en esas casas maravillosas en las cuales la escasez de metros no es un problema la cocinas es, junto al salón, la estancia a la que más superficie se dedica. Funcional, bien distribuida, con una circulación cómoda, con su zona de comedor… Ésta se decoró con muebles laminados en un acabado oscuro, casi negro, y una encimera gris. Los electrodomésticos, de acero.
Del dormitorio principal me quedo con dos ideas: el detalle del cabecero tapizado en un “falso capitoné” y la ausencia de mesilla, en su lugar, una lámpara de pie y dos cuadros. No hay espacio suficiente para un mueble, pero el poco que queda no tiene por qué quedarse vacío ni recargado.
La habitación abuhardillada, que queda junto al dormitorio principal, es una sala polivalente que se utiliza como zona de estar y sala de juegos para los niños.
El color no podía faltar en la habitación infantil: la alfombra, la mesilla… toques azules combinados con muebles de laca blanca, madera natural y fibra.
Hasta un cuarto para los invitados. No está nada mal. Para esta estancia, en lugar del clásico sofá-cama, se eligió un estupendo mueble que permite contar tanto con un sofá en el que no hay problemas de espacio como con una cama en la que dormir plácidamente a pierna suelta, sin estrecheces.
Vía: decoratrix
Para la decoración del salón, se apostó por una base neutra, con paredes, telas y tapicerías en blanco, a la que después se añadieron pinceladas de contrastes en tonos negros. Esta gama, además de encajar con cualquier propuesta decorativa, admite la mezcla de piezas de diferentes estilos y materiales. Así, junto a los muebles de madera natural, se colocaron diseños en laca y otros en negro, como la consola que se apoya en el respaldo de uno de los sofás.
El comedor también es blanco. La mesa, de madera acabada en color negro, se acompañó de seis sillas desenfundables. En una de las paredes, se colocó un aparador para almacenar vajillas y cristalerías, mientras que la que queda justo en frente se decoró con pintura de pizarra. Parece que la tendencia de las cabezas de animales en las paredes ha llegado a esta casa de Suecia.
Un papel que reproduce el frontal de una estantería repleta de libros consigue dar profundidad a esta estancia, una acogedora y luminosa zona de trabajo desde donde trabaja la propietaria de esta vivienda.
¡Cómo nos gusta reunirnos en la cocina! Por eso, en esas casas maravillosas en las cuales la escasez de metros no es un problema la cocinas es, junto al salón, la estancia a la que más superficie se dedica. Funcional, bien distribuida, con una circulación cómoda, con su zona de comedor… Ésta se decoró con muebles laminados en un acabado oscuro, casi negro, y una encimera gris. Los electrodomésticos, de acero.
Del dormitorio principal me quedo con dos ideas: el detalle del cabecero tapizado en un “falso capitoné” y la ausencia de mesilla, en su lugar, una lámpara de pie y dos cuadros. No hay espacio suficiente para un mueble, pero el poco que queda no tiene por qué quedarse vacío ni recargado.
La habitación abuhardillada, que queda junto al dormitorio principal, es una sala polivalente que se utiliza como zona de estar y sala de juegos para los niños.
El color no podía faltar en la habitación infantil: la alfombra, la mesilla… toques azules combinados con muebles de laca blanca, madera natural y fibra.
Hasta un cuarto para los invitados. No está nada mal. Para esta estancia, en lugar del clásico sofá-cama, se eligió un estupendo mueble que permite contar tanto con un sofá en el que no hay problemas de espacio como con una cama en la que dormir plácidamente a pierna suelta, sin estrecheces.
Vía: decoratrix
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