lunes, 10 de junio de 2013

Charles y Ray Eames

La colaboración entre Charles (St. Louis / Missouri, 1907) y Ray Eames (Sacramento, 1912) comenzó en 1940, cuando se conocieron en la Cranbrook Academie of Art que, por aquel entonces era un importante referente en el diseño norteamericano. Un año después, el arquitecto y la artista contraían matrimonio y se trasladaban a Los Ángeles, donde abrieron su propio estudio, la conocida Eames Office.

En las casi cuatro décadas siguientes, los Eames no sólo destacaron como diseñadores de muebles sino que también lo hicieron en arquitectura, montaje de exposiciones, realización de cortometrajes, diseño de juguetes, trabajos gráficos, textiles y fotográficos. Su propia casa, conocida como la “Casa Eames”, está considerada una obra maestra de la arquitectura moderna. Ubicada en lo alto de una colina con vistas al océano Pacífico, se fabricó con materiales industriales como trozos prefabricados de acero y un costo muy bajo.  
A lo largo de su historia, también fueron pioneros en la utilización de nuevas técnicas como la fibra de vidrio o la resina plástica en la fabricación de sillas. Y durante la crisis vivida por Estados Unidos, uno de sus grandes valores fue saber aprovecharla para incorporar a la ética del sistema empresarial ideas como la apuesta por productos de calidad, sistemas de producción eficientes y llegar al mayor número de personas.
Respecto a su mobiliario, tras unos años de experimentación con la madera laminada conformada, en 1946, Evan Products comenzó a producir la Plywood Chair, que llegó a ser llamada “La silla del siglo”. A ella le seguirían la empresa Herman Miller, ubicada en Michigan, y después Vitra, que actualmente tiene los derechos de producción en Europa y Oriente Medio. La Plastic Chair, la Lounge Chair, la DCW o La Chaise son sillas de referencia en la historia del mobiliario moderno.
Resulta casi imposible valorar la relevancia que ha tenido la obra de los Eames para el desarrollo del diseño pero sí está claro que es el resultado de la colaboración entre dos personalidades y talentos que se complementaban a la perfección. Por desgracia, el torrente creativo de los Eames cesó con la muerte de Charles en 1978. Ray Eames falleció una década después. Sin embargo, su obra conjunta continúa viva  y mantiene la misma relevancia que el día de su creación.

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