
La horizontalidad es una de las protagonistas de este proyecto situado en Itu (São Paulo) y destinado a una pareja con niños.

La planta se ha diseñado en forma de L, dividiendo el espacio en dos volúmenes y siendo la entrada el punto donde ambos convergen.
El área principal es para el salón, una sala de estar privada y la habitación de los niños. La segunda planta es para la habitación principal y un gimnasio.

El otro gran protagonista en el diseño es la búsqueda del exterior. La casa intenta abrirse al máximo posible al jardín y el pequeño lago de la parte trasera.

Dos factores contribuyen a lograr este efecto. Por una parte, el hecho de que la madera de los suelos, tanto fuera como dentro, se funda gradualmente. Y por otra parte, la pérgola que sale del salón, que aumenta la sensación de estar en una casa abierta. Ésta, además, ayuda a crear el efecto longitudinal de la vivienda.
En la segunda planta, una terraza recorre el perímetro. Se puede acceder desde el exterior a través de una escalera situada en los muros de la fachada trasera. Estos, por cierto, también acogen la zona de la piscina.


Los colores de la madera y los tonos ocres de la fachada también buscan integrar la casa con la naturaleza, así como los bloques de piedra que conforman uno de los laterales de la piscina.
Para más información visiten: Studio Arthur Casas
Imágenes: Fernando Guerra
Vía: diarioDESIGN

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