
A pesar de la integración del proyecto, una serie de características distinguen esta casa del resto de edificios de la zona. En contraposición a los apartamentos que se ubican en planta baja y primera planta, la casa Beaumont varía esta composición espacial creando una planta modular donde una de las “unidades” está situada en el piso a nivel de calle y la otra se reparte entre la primera y la segunda planta.

Sin embargo, la característica más notable es que casi todas las paredes exteriores están construidas de hormigón, dejado visto tanto en el interior como en el exterior, con el aislamiento en el medio. En el exterior, se combina con la calidez de los tonos marrones-anaranjados del acero corten que recubre parte de los muros y los marcos de las ventanas.
Combinando las materias primas con los amplios volúmenes modulares bañados por una abundante luz natural, se ha conseguido crear diferentes experiencias sensoriales.

La suavidad de los muebles de madera de nogal y el techo de cedro contrastan con la dura textura de las paredes de hormigón.
En algunos momentos, el revestimiento de madera crea una envolvente, como ocurre en la zona de la cocina y el comedor, que se acentúa con el mobiliario también en madera.

Para más información visiten: Henri Cleinge
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