viernes, 26 de abril de 2013

Arquitectura para los cinco sentidos, por el arquitecto Henri Cleinge

Pensada para ser vivida con los cinco sentidos, esta vivienda de tres plantas pertenece al arquitecto canadiense Henri Cleinge, quien la llevó a cabo como un “proyecto de exploración”. Su discreto diseño, se levanta en un barrio donde edificaciones residenciales de dos pisos conviven junto naves industriales de pequeño y mediano tamaño.
A pesar de la integración del proyecto, una serie de características distinguen esta casa del resto de edificios de la zona. En contraposición a los apartamentos que se ubican en planta baja y primera planta, la casa Beaumont varía esta composición espacial creando una planta modular donde una de las “unidades” está situada en el piso a nivel de calle y la otra se reparte entre la primera y la segunda planta.

Esta disposición es una respuesta al programa y al movimiento del sol, permitiendo que cada unidad esté expuesta a tres orientaciones en lugar de dos y pueda aprovechar al máximo la luz solar que proviene del lado del sur.
Sin embargo, la característica más notable es que casi todas las paredes exteriores están construidas de hormigón, dejado visto tanto en el interior como en el exterior, con el aislamiento en el medio. En el exterior, se combina con la calidez de los tonos marrones-anaranjados del acero corten que recubre parte de los muros y los marcos de las ventanas.
Combinando las materias primas con los amplios volúmenes modulares bañados por una abundante luz natural, se ha conseguido crear diferentes experiencias sensoriales.
El espacio central de la vivienda es el volumen de mayor tamaño donde una sala de estar a doble altura está definida por superficies de hormigón y madera.
La suavidad de los muebles de madera de nogal y el techo de cedro contrastan con la dura textura de las paredes de hormigón.
En algunos momentos, el revestimiento de madera crea una envolvente, como ocurre en la zona de la cocina y el comedor, que se acentúa con el mobiliario también en madera.
La paleta de materiales es reducida y “disciplinada”. Techos de cedro y suelos de hormigón se utilizan en toda la vivienda, a los que se suman los muebles de nogal y algunas superficies de granito negro.
Para más información visiten: Henri Cleinge










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