¿Sabe qué potencia escoger cuando vas a comprar bombillas? ¿Entiende bien las potencias equivalentes de las lámparas de ahorro o se ha quedado obsoleto en las cifras de las antiguas incandescentes…? Aquí tiene una guía para saber elegir la bombilla con la potencia que necesitas.
Cuando usábamos la vieja bombilla incandescente, conocer la potencia máxima permitida en cada luminaria (indicada en el casquillo) era un dato fundamental para evitar dañar la instalación eléctrica. Para conseguir con un viejo bulbo el mismo nivel de luz que actualmente con una lámpara de ahorro necesitábamos malgastar un 95% de la energía (que se disipaba en forma de calor) para aprovechar tan sólo el 5% restante en forma de luz… ¡Un desperdicio que afortunadamente hoy parece superado!
Desde 2009 se está realizando la retirada gradual de las bombillas de siempre del mercado en la Unión Europea y a partir de septiembre de 2013 la prohibición será total. ¡La vieja incandescente es ya una tecnología obsoleta!
Pero aún hoy, la transición de uno a otro tipo de bombilla nos ha supuesto cierto esfuerzo a los consumidores, y por eso los fabricantes siguen indicando en las nuevas bombillas ahorradoras la potencia equivalente (a una tradicional) en la caja.
- Una bombilla tradicional incandescente de 25 W equivale a 9 W de las de bajo consumo; 20 W de las halógenas de ahorro y 5 W de una LED.
- Una bombilla tradicional incandescente de 60 w equivale a 18 W de las de bajo consumo; 35 W de las halógenas de ahorro y 10 W de una LED.
- Una bombilla tradicional incandescente de 100 w equivale a 30 W de las de bajo consumo; 50 W de las halógenas de ahorro y 15 W de una LED.
Por eso, la primera medida al ir a comprar bombillas es apuntar previamente la potencia de la que queremos sustituir. A partir de ahí se puede decidir el tipo de compra según la luz que se necesite, y teniendo en cuenta otros factores, como, por ejemplo, que un aplique con bombillas reflectoras siempre dará más luz que un plafón donde parte de la luz se pierde dentro de la luminaria.
Tampoco está de más tomar medidas, ya que en el mercado se encuentran bombillas de ahorro de muchos tipos y formas, y no todas son adecuadas por tamaño y forma para cualquier luminaria.
Además de la potencia, conviene fijarse en la duración de las lámparas, ya que no todas tienen la misma vida útil… La duración suele venir expresada en horas o en años, así es que es importante comparar. En ese caso, hay que leer un poco más para ver qué cálculo de horas/día dan como bueno (suele ser 3h/día). Y si se decide a comprar una buena lámpara, pese a su elevado precio, no olvide guardar la factura y la garantía (a menudo es la propia caja), ya que en caso de estropearse antes podrá exigir su reposición por una nueva.
En el caso de los LED, además de fijarse en la potencia, conviene contrastar los lúmenes (la unidad de medida de la luminosidad que dan), ya que puede ser muy variable.
Vía: Deco Estilo
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