Todos tenemos una imagen perfecta del paraíso. Una imagen subjetiva que va desde majestuosas montañas nevadas, a místicos desiertos, ciudades de vertiginoso skyline o, simplemente, una cena romántica en un lugar solitario. Sin embargo, la subjetividad no existe en el caso del Kenoa Exclusive Beach Resort & Spa. Situado a los pies de una idílica playa del norte de Brasil, el resort de Design Hotels™ es el PARAÍSO. Objetivo y en mayúsculas.
Bañado por las preciosas aguas turquesas y rodeado por la idílica playa de fina arena blanca de Barra de São Miguel, este precioso hotel de diseño tropical ofrece todo lo que pedimos al paraíso: una temperatura agradable, buena gastronomía, una arquitectura respetuosa con el medioambiente, un diseño que nuble la vista y relax… mucho relax.
Uno de los ítems de Pedro Marques, el responsable de este paraíso íntimo y terrenal, fue respetar la exuberante vegetación tropical de esta región del nordeste de Brasil. Es por eso que contactó con el arquitecto Osvaldo Ténorio, reconocido por su trabajo natural fashion, quien no dudó en aliarse con la naturaleza para dar alma al resort.
Tanto las líneas interiores como las exteriores son suaves, simples e intimistas. Es un juego de texturas, formas y aromas de lo más hedonista. A pesar de los contrastes, se ha conseguido un ambiente relajante.
La madera pulida contrasta con las paredes de obra vista. Los materiales sin tratar y extraídos directamente de la naturaleza chocan con aquellos diseñados por el hombre. Refinados tejidos de algodón comparten espacio con bastas canastas de mimbre. Y preciosas esculturas de redondeadas formas femeninas se posan sobre el muro de piedra amarillo que rodea la tentadora piscina del resort.
Casi todo aquí está elaborado a mano, incluso los uniformes de los empleados, ofreciendo un sabor exótico y muy local. El Kenoa se nutre de materias primas y objetos de lugares tan exóticos como Bali, Japón, China, Samoa, África central, Brasil y el Amazonas.
En su afán por diseñar un resort eco-chic, Ténorio optó por soluciones ecológicas como el reciclado de botellas de vidrio, el uso de troncos de árboles replantados, la instalación de sistemas LED con ahorro de energía y una tentadora carta gastronómica basada en productos locales.
El resort lo componen 23 lujosas villas y suites, cada una con un diseño interior único y excepcional, con privilegiadas vistas sobre el océano y la selva. En todas encontramos obras de artesanía realizadas por indígenas que satisfacen el alma y la vista, así como suntuosos extras como baños privados con jardines interiores, infinity pools y bañeras de madera de cedro ofuro.
Uno de los elementos arquitectónicos más remarcables son los troncos de eucaliptus replantados que parecen crecer a través del hotel, perforando pisos y techos. Este recurso de Ténorio crea el efecto de que el hotel surge de la misma naturaleza.
Un delicioso spa, un centro de fitness con vistas al océano, un winebar, un salón de lectura y un prestigioso restaurante rubrican la estancia en este paraíso donde todo escapa a la rutina.
Para más información visiten: Design Hotels
Vía: diarioDESIGN
Imágenes cortesía de Design Hotels™
Bañado por las preciosas aguas turquesas y rodeado por la idílica playa de fina arena blanca de Barra de São Miguel, este precioso hotel de diseño tropical ofrece todo lo que pedimos al paraíso: una temperatura agradable, buena gastronomía, una arquitectura respetuosa con el medioambiente, un diseño que nuble la vista y relax… mucho relax.
Uno de los ítems de Pedro Marques, el responsable de este paraíso íntimo y terrenal, fue respetar la exuberante vegetación tropical de esta región del nordeste de Brasil. Es por eso que contactó con el arquitecto Osvaldo Ténorio, reconocido por su trabajo natural fashion, quien no dudó en aliarse con la naturaleza para dar alma al resort.
Tanto las líneas interiores como las exteriores son suaves, simples e intimistas. Es un juego de texturas, formas y aromas de lo más hedonista. A pesar de los contrastes, se ha conseguido un ambiente relajante.
La madera pulida contrasta con las paredes de obra vista. Los materiales sin tratar y extraídos directamente de la naturaleza chocan con aquellos diseñados por el hombre. Refinados tejidos de algodón comparten espacio con bastas canastas de mimbre. Y preciosas esculturas de redondeadas formas femeninas se posan sobre el muro de piedra amarillo que rodea la tentadora piscina del resort.
Casi todo aquí está elaborado a mano, incluso los uniformes de los empleados, ofreciendo un sabor exótico y muy local. El Kenoa se nutre de materias primas y objetos de lugares tan exóticos como Bali, Japón, China, Samoa, África central, Brasil y el Amazonas.
En su afán por diseñar un resort eco-chic, Ténorio optó por soluciones ecológicas como el reciclado de botellas de vidrio, el uso de troncos de árboles replantados, la instalación de sistemas LED con ahorro de energía y una tentadora carta gastronómica basada en productos locales.
El resort lo componen 23 lujosas villas y suites, cada una con un diseño interior único y excepcional, con privilegiadas vistas sobre el océano y la selva. En todas encontramos obras de artesanía realizadas por indígenas que satisfacen el alma y la vista, así como suntuosos extras como baños privados con jardines interiores, infinity pools y bañeras de madera de cedro ofuro.
Uno de los elementos arquitectónicos más remarcables son los troncos de eucaliptus replantados que parecen crecer a través del hotel, perforando pisos y techos. Este recurso de Ténorio crea el efecto de que el hotel surge de la misma naturaleza.
Un delicioso spa, un centro de fitness con vistas al océano, un winebar, un salón de lectura y un prestigioso restaurante rubrican la estancia en este paraíso donde todo escapa a la rutina.
Para más información visiten: Design Hotels
Vía: diarioDESIGN
Imágenes cortesía de Design Hotels™
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