martes, 31 de enero de 2012

Alfombras perfectas como el primer día

Una alfombra decora, abriga y puede transformar completamente un ambiente. Eso sí, para que siempre luzca como el primer día, es necesario mantenerla de forma adecuada. Aquí tiene unos trucos para que esté siempre perfecta.

El primer consejo está más que claro: “Para alargar la vida de nuestras alfombras es imprescindible pasar el aspirador y, en caso de derramarse cualquier líquido, limpiarlo de inmediato, no dejando que se seque”. Eso sí, para limpiar esas manchas, ni todos los trucos sirven, ni pueden aplicarse sobre todas las alfombras.


A cada tipo de alfombra, su mantenimiento

Si tiene una alfombra de lana, lo mejor es aspirarla una vez por semana. En caso de que sea muy nueva, espere a que esté un poco usada. Y, si es una alfombra artesanal de nudos, es incluso mejor limpiarla pasando un paño húmedo en el sentido del pelo y dejándola secar luego.

En cuanto a las alfombras de algodón, a parte de aspirarlas, puede lavarlas también en agua fría o en seco.

Las alfombras de fibras, si son sintéticas – nailon, poliéster o polipropileno– son muy resistentes y fáciles de mantener limpias, y si son vegetales, lo mejor es aspirarlas a diario o, en caso de mucha suciedad, limpiarlas en seco; para las alfombras de coco, en concreto, utilice un cepillo rígido para su limpieza en seco.

¿Qué mancha quiere sacar?

Empezamos hablándoles de lo que puede pasar si tiene mascota. Utilice una disolución de agua templada con amoníaco ‘jabonoso’ para alfombras de lana, fieltro, moquetas acrílicas de pelo corto e incluso de poliéster”.

Para las manchas de fruta, café, té, leche, cacao, vino, salsas o huevo, lo mejor es usar agua tibia con detergente neutro y vinagre. Aplica la solución con una esponja húmeda, al cabo de un rato la limpia con un trapo y deja secar.

Si lo que quiere eliminar son manchas de aceite, tinta, cera, betún, crema, grasa o alquitrán, debe utilizar un disolvente para limpieza en seco. Y para manchas de pintura, acetona, laca de uñas, carmín o chicles, después de aplicar disolvente para limpieza en seco, hay que humedecerlas con una solución de agua tibia con detergente neutro y vinagre, y finalizar con una nueva aplicación del disolvente.

En el caso de que la mancha que queramos quitar sea de barro o suciedad, habría que dejarla secar bien y una vez seca, cepillarla para aplicar después un preparado de agua y amoníaco –tres partes de agua por una de amoníaco–.

En todos los casos, antes de aplicar el producto de limpieza, prueben la resistencia de los colores de la alfombra en una esquina poco visible de esta y aplique los productos con suavidad. Caso distinto es si queremos hacer una limpieza en profundidad de nuestra alfombra. Para ello, lo recomendable es dirigirnos a centros especializados y especificarles la calidad de la alfombra para asegurarnos una correcta limpieza, antes de la cual deberían realizar una pequeña prueba en un lugar poco visible para garantizar el resultado óptimo sin dañar la pieza.

Vía: El Mueble

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