Los años 60 ha sido la década más cool en cuanto a diseño se refiere, fueron diez años de inventos maravillosos como la minifalda, el Tupperware, los coches Mini... En decoración se marcaron grandes hitos y muchos de los diseños de entonces están muy cotizados ahora. Fue una decada con una explosión de creatividad increible y muchos de los fundamentos de entonces están de rabiosa actualidad ahora. La carrera espacial marcó el interiorismo y los muebles y objetos fueron dotados de una forma espacial, futurista.
Uno de esos elementos típicos de los años 60 fue la Blow Chair, diseñada en 1967 por Johnathan de Pas, Donato Durbino, Paolo Lamazzi y Carlo Scolari. Está hecha de PVC transparente aunque posteriormente fue fabricada en múltiples colores, siendo el amarillo uno de los más usuales. Los jóvenes diseñadores que hicieron esta silla querían romper con el clasicismo del mueble burgués y hacer una silla divertida y versátil. Demostraron que los jóvenes diseñadores tenían grandes ideas y convirtieron esta silla en un icono.
La Blow Chair, muy popular todavía hoy, es fabricada por la marca Zanotta y es ideal para viajes, camping o decorar lugares de la casa como un dormitorio infantil o un rincón de lectura. Si alguna vez se ha sentado en una de estas sillas habrá comprobado que no es muy inestable al principio, pero una vez que le coja "el tranquillo" es una de las más confortables que existen y seguro que no se mueve de allí en horas. Al principio esta silla fue diseñada para gente joven, pero también sedujo a los mayores. Y es que con su simple diseño, una base hinchable y un respaldo circular, la Blow Chair no deja indiferente a nadie. Eso sí, no es apta para fumadores, ya que es inflamable.
Uno de esos elementos típicos de los años 60 fue la Blow Chair, diseñada en 1967 por Johnathan de Pas, Donato Durbino, Paolo Lamazzi y Carlo Scolari. Está hecha de PVC transparente aunque posteriormente fue fabricada en múltiples colores, siendo el amarillo uno de los más usuales. Los jóvenes diseñadores que hicieron esta silla querían romper con el clasicismo del mueble burgués y hacer una silla divertida y versátil. Demostraron que los jóvenes diseñadores tenían grandes ideas y convirtieron esta silla en un icono.
La Blow Chair, muy popular todavía hoy, es fabricada por la marca Zanotta y es ideal para viajes, camping o decorar lugares de la casa como un dormitorio infantil o un rincón de lectura. Si alguna vez se ha sentado en una de estas sillas habrá comprobado que no es muy inestable al principio, pero una vez que le coja "el tranquillo" es una de las más confortables que existen y seguro que no se mueve de allí en horas. Al principio esta silla fue diseñada para gente joven, pero también sedujo a los mayores. Y es que con su simple diseño, una base hinchable y un respaldo circular, la Blow Chair no deja indiferente a nadie. Eso sí, no es apta para fumadores, ya que es inflamable.
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