martes, 8 de febrero de 2011

Casa y farmacia en el centro histórico de Brujas por Room & Room

 La vivienda protagonista de esta intensa renovación se encuentra situada en un edificio protegido del centro histórico de Brujas, en la principal vía comercial de esta ciudad belga. Sus autores, el estudio Room & Room architecture and urban planning, ha conseguido un cálido y atractivo interior, en el que el contraste entre los elementos nuevos y los recuperados no sólo resulta armónico sino que revaloriza arquitectónicamente el espacio sin perder el respeto a lo que se vive en el exterior.



Ubicada en una esquina cercana a la catedral de San salvador, sede del obispo de Brujas, la casa siempre ha sido farmacia y vivienda desde el siglo XVII. Las habitaciones se encontraban en el primer piso, sobre el local, mientras que el salón-comedor y la cocina se ubican en la buhardilla. El deseo de ampliar la farmacia motivó al mismo tiempo la ampliación de la casa. Con la reforma, las habitaciones debían desplazarse al ático y como esta zona resultaba pequeña, oscura y baja, la solución fue conectar el apartamento contiguo a esta planta. Sin embargo, debieron mentenerse intensos debates con el Departamento de Patrimonio para que el proyecto fuese integrado en el sensible tejido urbano histórico.

En la reforma, se ha eliminado la buhardilla dejando al descubierto la estructura existente de madera y el techo de doble altura. Los paneles acristalados del techo insertados entre la estructura original y el edificio vecino permiten que la luz llegue a los espacios más profundos. La cocina se esconde detrás de unos paneles de madera clara, mientras que el salón se sitúa frente a una chimenea de doble cara insertada en un volumen triangular. El programa funcional cerrado (hall, almacenamiento, habitaciones, baño...) están localizado en el apartamento así el ático puede funcionar como un espacio abierto, donde las cerchas restauradas recuperan su valor como elementos que delimitan el espacio.  

La nueva casa ofrece una interesante combinación de viejos y nuevos materiales, cálidos y luminosos. El blanco suelo industrial da brillo y acentúa la frontera entre la vieja buhardilla con el suelo de madera y el nuevo apartamento. El delgado marco de acero de las ventanas asegura una máxima visión a través de ellas sin que interfieran pesadas estructuras. El techo está construido con nuevas vigas de acero en combinación con las originales de madera.

A nivel de sostenibilidad, la renovación intentó ser lo más ecológica posible utilizando el máximo aislamiento sin dañar la imagen de las viejas vigas. Los cristales también son aislantes y una caldera de condensación asegura que las habitaciones se puedan calentar. Esta calefacción se complementa con la nueva chimenea instalada en el viejo muro recuperado del centro de la buhardilla.

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