viernes, 23 de mayo de 2014

Instalar un friso de madera

A veces, la parte inferior de las paredes sufre constantemente de golpes, pisadas, manchas… Suele ocurrir en viviendas con niños, mascotas o en las que hay mucho trasiego. También puede suceder que queramos renovar el aspecto de una habitación sin mucho trabajo y de forma eficaz, dándole un aire rústico, o bien que nos venga bien aislarla un poco. La solución es fácil: revestirla con un friso de madera machihembrado, que podremos adquirir en cualquier centro de bricolaje.


Los frisos de madera se componen de listones verticales que llevan a un lado una ranura, y al otro una lengüeta. Este sistema sirve para encajarlos fácilmente unos con otros. Para colocarlos, lo más habitual es hacerlo sobre unos rastreles horizontales que servirán para solventar las irregularidades de la pared. Además, el espacio libre que queda entre el friso y la pared gracias a los rastreles puede forrarse de un material aislante, tipo corcho o poliestireno, para aumentar el aislamiento de la habitación.

Colocar un friso de madera es muy sencillo. Es recomendable sacar el material del embalaje y dejarlo en la habitación a revestir durante 24 horas para que la madera se habitúe a las condiciones de la estancia. Tendrá que medir el contorno a revestir antes de comprarlo, y acudir al establecimiento con las medidas para que le asesoren. Una vez hecho esto, ¡manos a la obra! Lo primero es calcular la altura del rastrel horizontal superior (la altura del friso) para atornillarlo a la pared; hágalo con tacos y tornillos. Coloque otro listón sobre el rodapié (en el caso de que haya decidido no retirarlo) y otro entre ambos. No olvide emplear un nivel para comprobar la horizontalidad de los rastreles.

Después, empiece a fijar el primer listón del friso. Corte la lengüeta que tiene con una sierra de calar, compruebe su horizontalidad y clávelo a los rastreles con puntas sin cabeza. Luego ya puede encajar la lengüeta del siguiente rastrel en la ranura del primero, golpeándolo si es necesario con un mazo de goma o un martillo y un listón mártir para que entre del todo. Continúe colocando listones y clavándolos a los rastreles hasta completar el friso.

Como remate existen piezas y molduras que cubren la parte superior de los frisos, también de madera. Por lo general, estos revestimientos se presentan en madera sin tratar, por lo que antes de colocarlos es recomendable aplicarles barnices, ceras o pinturas para decorarlos y para evitar que la madera se deteriore con el tiempo. Si ha retirado el rodapié, vuelva a colocarlo, esta vez sobre el friso.
Vía: Deco Estilo

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