Una de las premisas principales «fue dotar a la vivienda de un espacio para cocinar con un comedor de diario, definiendo de forma precisa la zonificación funcional del conjunto». A partir de la reaparición de la cocina, la estructura espacial se modificó, eliminando las circulaciones innecesarias y reestructurando los espacios.
Nuevo esquema circulatorio.
El esquema circulatorio de la casa se reorganizó incorporando un elemento metálico que separa la nueva cocina del resto de zonas de la vivienda. De esta manera, la nueva distribución incluye una zona social, donde aparecen el acceso, el comedor y la sala de estar; una zona privada con los dormitorios y baños; y una última zona de uso intermedio donde se ubica la nueva cocina-comedor, que «actúa como nexo, relacionando los distintos espacios de la vivienda».
Explican Patricia Savi y Martín Sáez que «el nuevo elemento organizador se materializa en una carpintería que trabaja de manera flexible: es capaz de ofrecer intimidad o abrirse francamente según la situación. En su posición abierta, permite integrar la cocina con el comedor en una gran estancia. En su posición cerrada, aísla la cocina espacialmente, pero manteniendo la relación visual a través de su transparencia, favoreciendo el juego de miradas cruzadas entre los espacios».
El resto de la distribución original se mantuvo a excepción de los aseos, que equilibraron su tamaño en relación al conjunto, vinculando directamente uno de ellos con el dormitorio principal.
Incorporar la terraza a la vida diaria.
La intervención buscó también incorporar el espacio exterior de la terraza en la vida diaria de sus habitantes. Comunicando visualmente la zona social con este espacio abierto al sol, se logró que el interior participe de esta expansión a la vez que se incrementa la entrada de luz.
Al tratarse de una reforma parcial, sólo se intervino de forma integral en determinadas zonas, como la cocina y los baños, conservando muchos de los elementos existentes, como el suelo de algunos de los ambientes. Asimismo, se intervino en todo el perímetro exterior mejorando su condición tanto térmica como acústica.
La incorporación de una carpintería de hierro liviana dotó a las circulaciones, a través de sus transparencias, de otra percepción espacial, permitiendo que la luz natural penetre en el distribuidor interior.
Para más información visiten: Rodar Arquitectura
No hay comentarios:
Publicar un comentario