Un proyecto totalmente alineado con los intereses del cliente, escultor de profesión, en el que se han mantenido elementos originarios de la vivienda, como las molduras de la pared, que contrastan con la sencillez y sobriedad del porcelánico escogido.
El principal reto a la hora de diseñar la vivienda fue generar un programa que satisficiera las necesidades de su propietario que tenía gran inquietud por la limpieza de los materiales y el detalle a la hora de diseñar los espacios. «Usamos este material porque buscamos la sencillez, con colores neutros y vetas poco marcadas. Las piezas de gran tamaño se pueden cortar a medida, según cada necesidad, lo que aporta una gran versatilidad y permite controlar los costes, de manera que puede emplearse en proyectos muy diversos, incluso aquellos con un presupuesto limitado», señala la arquitecta de homu arquitectos, Belén Plá.
Porcelánico, material fundamental en la cocina y el baño.
Una gran pieza porcelánica sirve de separación entre el resto de la casa y la cocina, una estancia en la que también se ha utilizado este material para realizar la gran isla central. El otro elemento fundamental de esta vivienda es el baño. Allí, el porcelánico es el protagonista de todo el conjunto, siendo la bañera el elemento más destacado, ya que está realizada íntegramente con este material.
No es la primera vez que el estudio, fundado en 2016, es reconocido por sus proyectos donde priman el color blanco y la madera, que se complementan con materiales más fríos como el porcelánico, el microcemento y la piedra natural. Dos proyectos suyos (su propio estudio de arquitectura y The Yoga Box, un estudio de yoga en el centro de Valencia) han sido finalistas en los premios ADCV de la Asociación de Diseñadores de la Comunitat Valenciana en la categoría de Espacios Permanentes.
Para más información visiten: Hōmu Arquitectos
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