The Eleven House, que data de 1700, tiene 140 m² y se desarrolla en tres plantas. El nivel a pie de calle tiene acceso directo desde la calle Mayor del pueblo y se ha transformado en una pequeña boutique de diseño. Los visitantes encontrarán aquí diseño para el hogar, el cuidado personal, la lectura, el arte… tanto de firmas exclusivas como colecciones propias diseñadas por la propia interiorista, arropadas por las antiguas paredes de piedra vista, descubiertas durante los trabajos de restauración.
Un trozo de muralla medieval.
Explica la diseñadora que «después de ir descubriendo las paredes que se habían ido levantando en el espacio, una cata desveló un gran regalo para la historia de esta casa: un trozo de la muralla medieval, construida en los siglos XII y XIII, atraviesa la vivienda». El descubrimiento fue un hallazgo que Susanna ha respetado al máximo en todo el proyecto, convirtiéndose en una parte esencial de la personalidad de la casa.
En la primera planta, una cocina completamente equipada permite llevar a cabo todo tipo de eventos y reuniones. La pieza Solitaire de bulthaup se convierte en un espacio ideal para la nueva colección de cerámica Onze, que la diseñadora ha creado y producido en El Empordà para The Eleven House. Junto a la cocina, el comedor cuenta con una mesa para once comensales y una sala de estar con chimenea y zona de descanso, lectura y relax. El baño también se encuentra en esta planta.
Yoga y arte.
En el piso superior, la interiorista ha proyectado el espacio más versátil de la casa. Un sábado al mes, acoge sesiones de meditación y, semanalmente, clases de yoga, que se acompañan con un desayuno o un break de tarde hecho en la casa. No obstante, su función más especial es la de galería de arte, que cuenta ya con la participación de ilustradores como Conrad Roset y cuya programación para la próxima temporada contará con la presencia de artistas de renombre internacional como el francés Frederic Forest y María Diamantes.
Disfrutar del exterior.
La zona de exterior de unos 100 m² cuenta con un pequeño cobertizo junto a la puerta de entrada que da a la calle posterior. El mobiliario es de la firma Calma diseñado por Inma Bermúdez y con la complicidad de Andreu Carulla. En el jardín, donde se celebran workshops florales, conciertos privados de música, catas de vino, eventos privados, desayunos después de las clases de yoga, entre otras actividades, se encuentra camuflada, entre la vegetación, la colección de luminarias que Susanna Cots ha diseñado para la marca Cronek Iluminación.
Para más información visiten: The Eleven House, Susanna Cots
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