Stephen Kenn siempre ha proyectado teniendo en cuenta la importancia de la hospitalidad y el potencial de organizar eventos en comunidad. En el caso de este nuevo loft que ha diseñado junto a su socia Beks Opperman, Kenn ha querido proyectar un espacio que abrace y acoja la comunidad creativa de Los Ángeles.
Experiencia, creatividad e interiorismo
El proyecto, que a simple vista parece ser un trabajo de puro interiorismo, tiene como objetivo brindar a profesionales del mundo del diseño o del arte, una experiencia íntima marcada sin duda por un gusto excepcional. Estas experiencias se organizarán en forma de estancias privadas, exposiciones, cenas… cualquier situación que propicie un intercambio entre creativos, diseñadores y artistas.
Por lo tanto, el Stephen Kenn Loft puede encasillarse en un espacio híbrido que va mutando entre los conceptos de showroom, microhotel y espacio comunitario o coworking. Se trata de un proyecto que nace del amor que Stephen Kenn y Beks Opperman tienen hacia los viajes y las experiencias culturales que nos aporta viajar. Además del descanso, la aventura y el hecho de descubrir cosas nuevas.La importancia de ser versátil
Des de que ambos se asociaron para fundar el estudio en 2011, acostumbran a abrir sus puertas de vez en cuando para organizar cocktails o mesas redondas donde intercambiar ideas y potenciar este sentido de la hospitalidad que consideran tan importante. Con el proyecto de este loft, han conseguido por fin, estructurar un espacio donde poder enseñar nuevos proyectos a la vez que generan vínculos con la comunidad creativa de la ciudad de un modo único.
Pura esencia de Los Angeles
El Loft se sitúa en uno de los edificios históricos del Arts Districts en Los Angeles, una zona que muestra sin duda el renacer del centro de la ciudad. El espacio se encuentra prácticamente al lado de algunos de los lugares que están más de moda en la zona.
El edificio donde se construye este loft fue construido en los años 20 y albergaba una fábrica de mobiliario, pero después de la Crisis del 29 quedó abandonada. En 1985, el dueño actual compró el bloque con la intención de convertirlo en un espacio para que artistas de la ciudad pudieran tanto vivir como trabajar. A día de hoy, en la mayoría de pisos se encuentran estudios o coworking creativos.
Luz, detalles y estilo
En cuanto a los detalles del loft, se trata de un espacio abierto con una cocina totalmente equipada, una habitación con baño, un gimnasio y un área para meditar. El techo alto y las ventanas grandes de carácter industrial le dan un tono moderno, desenfadado y sobretodo muy luminoso.
El loft, como no podía ser de otra forma, está repleto de una amplia variedad de piezas de Stephen Kenn, algunas de ellas diseñadas expresamente para el proyecto, como por ejemplo el armario de madera de fresno, el tocador o la escalera hecha con vigas de madera que comunica el piso principal con el área de meditación.
Fotografía: Amy Bartlam
Para más información visiten: Stephen Kenn
Vía: Diariodesign
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