domingo, 12 de junio de 2016

Tocadores

Arreglarse es una rutina cotidiana. Todos lo hacemos diariamente, pero también tiene lugar en momentos y fechas importantes. ¿Quién no ha deseado alguna vez tener su propia zona de tocador para arreglarse con comodidad? Si ese ha sido alguna vez su sueño, está de suerte, porque hoy nos centramos en el maravilloso mundo de los tocadores y sus infinitas posibilidades tanto funcionales como estéticas dentro de la decoración.

Hay quienes optan por arreglarse directamente en el cuarto de baño, pero lo cierto es que no es una estancia concebida para ello. Si es de los que están buscando un espacio específico donde ubicarlo, lo ideal es hacerlo en la habitación principal, un espacio en general más luminoso y espacioso que permite poder de este ritual con toda la tranquilidad del mundo.
Un espacio amplio, un asiento ligero pero confortable, un buen espejo y mucha iluminación son los factores clave para lograr un espacio de tocador digno de las más altas esferas. Sin embargo, si las circunstancias son menos favorables, también existen otros elementos que contribuyen a hacer de éste un rincón único y agradable, por lo que nadie debería renunciar a ello.
Por si se anima, aquí le dejamos algunos tipos que le serán de gran ayuda.

¿Qué tipo de tocador elijo?
En ese sentido no hay nada escrito, ya que un tocador debe ir acorde a nuestras condiciones de espacio y nuestras necesidades específicas de almacenaje. Entre las opciones más habituales puede encontrar las siguientes:

a) Compacto
Si disponemos de una gran cantidad de productos de aseo y belleza, deberemos optar por un tocador amplio y con buen espacio de almacenaje, con el fin de tenerlo todo a mano en el menor espacio posible. Aquí nos encontramos con los tocadores compactos de cajones o con apertura superior.

b) Exento
Si por el contrario no disponemos de muchos productos, un tocador exento cumplirá su función perfectamente. Los compactos tienen un aspecto más robusto mientras que los exentos pueden pasar por otra pieza más de la decoración, gracias a su carácter ligero y desenfadado.

Como soporte puede servirse de una consola, un escritorio, un módulo flotante o incluso una sencilla balda. Añádale un espejo cuadrado, redondo o rectangular (cualquiera que pueda colgarse en la pared) e voilà…

c) Minitocadores
En cualquiera de las dos opciones anteriores existen variantes mini que combinan lo mejor de cada clase en el mínimo espacio, perfecto para pisos pequeños donde cada pieza de mobiliario ha de ser pensada al milímietro.

¿Dónde lo pongo?
La ubicación del tocador no deberá entorpecer la circulación, así que lo mejor será respetar las medidas mínimas de paso.

Si en su caso no hay más remedio que ubicarlo frente a la ventana, tendrá que tener en cuenta la hora del día en que lo utilice, ya que en él tendrá un contraluz que hará más difícil verse bien en el espejo. Además, si es de gran envergadura, éste tapará la fuente de luz natural, así que si no tiene más ventanas, es preferible utilizar un espejo pequeño y ayudarnos de estores o cortinas.

Otra opción es colocarlo junto a la cama, ya sea haciendo las veces de mesilla de noche o sólo de tocador. Es un enclave agradable y cómodo donde acicalarnos relajadamente al levantarnos de la cama.

¿Cómo lo complemento?
Ya hemos visto qué tipos de tocadores podemos encontrar en el mercado y dónde podemos ubicarlos, pero nos faltan los otros dos aspectos clave para lograr nuestro espacio perfecto: la iluminación y la selección de asiento.

a) La iluminación
Curiosamente, para maquillarse, la mejor iluminación es la de tipo camerino al estilo Broadway, con lámparas perimetrales al espejo, ya que ofrece la luz más adecuada para evitar sombras, más que estudiada por los expertos en maquillaje y peluquería, siendo aconsejable complementarla con una luz cenital o superior para iluminar todos los ángulos de nuestro rostro.

Para los amantes de opciones más discretas, siempre podemos apostar por un par de apliques a ambos lados del espejo, más clásicos o más modernos según el estilo de nuestro tocador.

Eso sí, como extra, a modo decorativo, podemos añadir una tira de led tras el espejo que podemos combinar con la iluminación anterior, reservando el led para darle un toque decorativo a nuestro dormitorio mientras no lo estemos usando.
En cambio, los focos empotrados halógenos en el techo no son nada recomendables, pues crean un montón de sombras hacia abajo, por lo que recomendamos evitar esta opción.

b) El espejo
El espejo es probablemente el elemento que más claramente distingue a un tocador frente a un simple escritorio o consola y por eso es esencial elegirlo con cuidado.

Siempre deberá ir de la mano de la iluminación, adecuándose a la tipología elegida y no al contrario, por lo que es mejor elegir primero el tipo de luz que queremos para el tocador y, en base a ello, seleccionar el espejo. No obstante, siempre hay una máxima: cuanto más amplio, mejor nos veremos.
En cualquier caso, el espejo le dará el toque de gracia a nuestro tocador y por eso deberá adecuarse al estilo decorativo del resto. Existen infinidad de modelos de espejos para decorar nuestro tocador, ya lo colguemos de la pared o lo dejemos apoyado sobre la superficie de la mesa. Simplemente es cuestión de gustos.

c) El asiento
El asiento es el último paso que queda para completar nuestro rincón de belleza particular. En este aspecto tendrá que buscar el formato que más cómodo le resulte, sin olvidar que su forma, material y color deberá ir acorde con el resto de la decoración en el que vaya ubicado.

Una vez claro el estilo, podrá optar por un asiento robusto como un puff, una silla con brazos o un sillón clásico, o bien decantarte por opciones más ligeras como una silla de metacrilato o una banqueta sin respaldo. Como ve, para gustos (y comodidad) los colores.

¿Verdad que apetece buscar un hueco para colocar uno? Mientras se decide, terminamos el post con algunas muestras más de tocadores de estilos muy diferentes.

Vía: Decofilia










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