sábado, 6 de julio de 2019

Sofás cama chaise longue

La zona del salón es un lugar de reunión, pero si en nuestro hogar no podemos tener un cuarto de invitados, en ocasiones se convierte en un dormitorio improvisado. Son muchos los lugares en los que se compran sofás cama para poder aprovechar este espacio y así albergar a más personas. Ya sea para una casa vacacional o para nuestro hogar, el sofá cama chaise longue puede ser todo un acierto.
Los sofá cama nos permiten tener un poco más de capacidad para acoger a más gente y al mismo tiempo nos sirve como sofás mientras no se utilizan para dormir. Sus ventajas son más que claras, pero debemos pensar también en los tipos de sofá cama y en por qué elegir los modernos chaise longue.

Qué es un sofá cama chaise longue
Los sofá cama son piezas muy versátiles que tanto se pueden utilizar como sofás o como camas, dependiendo de si se abren o no. En cuanto a los sofás chaise longue son aquellos que cuentan con una zona más amplia en la cual es posible tumbarse, como si fuese un pequeño diván incorporado en un lado del sofá. Son sofás que nos ofrecen mucha más funcionalidad porque podemos usarlos en posición sentada o bien para tumbarnos. La mezcla de estos dos elementos, el sofá cama y el chaise longue nos trae uno de los muebles más versátiles que podemos tener en cualquier hogar.

Tipos de apertura del sofá cama

Aunque se trata de un sofá cama chaise longue, los tipos de apertura suelen ser los mismos, ya que la cama se suele añadir a la zona del chaise longue en donde ya es posible tumbarse. Vamos a ver las distintas formas de abrir el sofá cama.

Los sofás cama tipo libro simplemente abaten la zona del respaldo para crear una sencilla cama. Son los más económicos y sin duda los más fáciles de montar y desmontar. No obstante, tienen la desventaja de que no suelen ser tan cómodos como otros sofás cama, por lo que sirven para cortas estancias pero no para dormir durante largo tiempo. Los rellenos suelen ser bastante básicos y es difícil encontrarlos en formato chaise longue. Además, tienen el inconveniente de que hay que separar el sofá de la pared para poder convertirlo en cama.

Los deslizantes suelen ser los más habituales con los chaise longue. Se trata de una parte inferior que se desliza para abrirse y crear una amplitud igual a la del chaise longue. Pueden ser de dos o tres plazas y suelen ser bastante cómodos, por lo que son muy utilizados. Tienen la desventaja de que hay que hacer y deshacer la cama cada vez que queramos abrir el sofá cama, ya que no se guarda nunca con la cama hecha.

Los conocidos sofás de apertura italiana fueron muy populares. Se abren tirando simplemente de una palanca. La apertura es realmente sencilla y se pueden guardar con la cama hecha, por lo que ahorra algo de tiempo. Tienen un colchón incorporado que a veces no es demasiado grueso, por lo que hay que buscar uno que sea de calidad para que finalmente no nos resulte incómodo.

Materiales y tonos

Una vez escogido el tipo de sofá, también tenemos que tener en cuenta otros factores que son importantes. El material suele ser una loneta resistente si son de tela, pero pueden ser de cuero. Es importante que sea una tela antimanchas a ser posible, en caso de que vaya a tener mucho uso. Los de cuero son los más caros, pero también es cierto que tienen una duración mayor y que son fáciles de mantener y de limpiar si hay manchas o caen líquidos. Dependiendo del uso que vayamos a darle podemos elegir uno de mayor o menor calidad.

En cuanto a los tonos, en la actualidad hay muchísimas opciones disponibles. Los tonos claros son buenos en caso de que no vaya a tener un gran uso, porque se manchan antes. Si va a tener mucho uso es mejor decantarse por grises o tonos oscuros. Los estampados también tapan bien las manchas, aunque desde luego son mucho más difíciles de combinar.

Consejos para escoger el sofá cama chaise longue

Lo primero que debemos ver es el espacio de que disponemos, ya que hay que tener sitio suficiente para abrir el sofá y convertirlo en cama sin que la zona quede escasa. Además, es importante tener en cuenta la decoración a la hora de escoger el sofá, sus tonos y tapizados. Si no sabemos muy bien qué elegir es mejor comprar un sofá en tonos básicos como el gris o el negro. En cuanto a la parte de la cama, siempre es mejor probarla con antelación ya que como decimos muchos de los colchones o partes de la cama no tienen suficiente acolchado y pueden resultar incómodos.

Vía: decoora

No hay comentarios:

Publicar un comentario