Explica el estudio YLAB Arquitectos Barcelona, autores del proyecto de renovación, que los dueños “querían convertir esta vivienda de dos habitaciones en un espacio confortable y funcional de un solo dormitorio, donde los ambientes principales se conectasen y se abriesen a la terraza exterior mediante un espectacular ventanal con vistas sobre el parque y el Mediterráneo”.
Conseguirlo pasó por la redistribución de la vivienda, dando prioridad al espacio compartido por la sala de estar, el comedor y la cocina, que tiene salida directa a la terraza. También la nueva suite, dispuesta en paralelo a la zona de estar, disfruta de contacto directo con el exterior. De esta forma, se aprovecha al máximo la entrada de la luz natural en ambas estancias.
Madera en suelo, paredes y mobiliario.
Para dar más unidad al interior, el perímetro se revistió de carpintería de madera, alternando la madera de roble y la laca color marfil con acentos en grafito, sobre un pavimento de parquet de roble. Esta carpintería perimetral acompaña toda la vivienda, convirtiéndose en el mobiliario a medida o en los aplacados de las paredes.
En el vestíbulo, empieza el aplacado color marfil que conecta con la cocina, separados por una puerta pivotante que desaparece de la vista cuando se abre. Al igual que el resto del mobiliario, la cocina está realizada a medida y cuenta con una isla que sirve de mesa alta, mientras que la zona de trabajo cuenta con unos estantes que aprovechan la profundidad del mueble. Explican los arquitectos que “la cocina se prolonga longitudinalmente hasta el salón y la terraza, solo separada por un mueble central que oculta un pilar estructural y cuya volumetría enmarca la visión del mar al fondo. Las paredes que conectan estos espacios están revestidas en madera de roble, completando funcionalmente la cocina y añadiendo almacenaje”.
Para dar más unidad al interior, el perímetro se revistió de carpintería de madera, alternando la madera de roble y la laca color marfil con acentos en grafito, sobre un pavimento de parquet de roble. Esta carpintería perimetral acompaña toda la vivienda, convirtiéndose en el mobiliario a medida o en los aplacados de las paredes.
En el vestíbulo, empieza el aplacado color marfil que conecta con la cocina, separados por una puerta pivotante que desaparece de la vista cuando se abre. Al igual que el resto del mobiliario, la cocina está realizada a medida y cuenta con una isla que sirve de mesa alta, mientras que la zona de trabajo cuenta con unos estantes que aprovechan la profundidad del mueble. Explican los arquitectos que “la cocina se prolonga longitudinalmente hasta el salón y la terraza, solo separada por un mueble central que oculta un pilar estructural y cuya volumetría enmarca la visión del mar al fondo. Las paredes que conectan estos espacios están revestidas en madera de roble, completando funcionalmente la cocina y añadiendo almacenaje”.
Abierta al exterior.
La sala de estar y el dormitorio están conectados a través de la ventana longitudinal de la fachada. Ésta está revestida con un gran marco perimetral que acentúa el encuadre de la vista exterior y comparte el mismo color grafito con la terraza. Además, este marco oculta la iluminación perimetral y las persianas enrollables motorizadas en tejido screen también en color grafito.
El salón está equipado de forma que el mobiliario permite múltiples configuraciones. Una puerta corredera, que se recoge en el interior de la pared, sirve de nexo de unión o separación con la suite, situada al lado. El ahora único dormitorio dispone de una zona de vestidor con armarios de roble y un baño al fondo en color marfil, que le aporta luminosidad. Como punto original, la cama tiene como cabezal una pared aplacada con el mismo parquet del pavimento.
El salón está equipado de forma que el mobiliario permite múltiples configuraciones. Una puerta corredera, que se recoge en el interior de la pared, sirve de nexo de unión o separación con la suite, situada al lado. El ahora único dormitorio dispone de una zona de vestidor con armarios de roble y un baño al fondo en color marfil, que le aporta luminosidad. Como punto original, la cama tiene como cabezal una pared aplacada con el mismo parquet del pavimento.
Abriéndose al azul del mar, la terraza exterior y las jardineras laterales de obra están acabadas en piedra abujardada color oscuro, como una extensión del ventanal, convirtiéndose en el lugar ideal donde pasar las noches estivales más urbanitas.
Para más información visiten: YLAB Arquitectos
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