Los espacios están definidos por la poderosa estructura del muro y un arco corta transversalmente la linealidad del interior, al tiempo que se convierte en un elemento con una fuerte presencia. La barbería cuenta con el mobiliario de la primera peluquería: el mostrador, la caja registradora y algunos taburetes. “Todo en madera, diseñado y construido por el padre de Andrea, dependía de nosotros, los diseñadores, integrarlo en el proyecto”, explican los arquitectos.
Delicada intervención.
Esta integración de lo antiguo en lo nuevo requirió de “una intervención ligera y esencial donde se combinan funciones, espacios y percepciones visuales mediante el uso de puntos, líneas y superficies”, añaden los autores del proyecto. Las paredes se convierten en espejos y, además de reflejar el espacio y las personas, revelan, gracias a un juego de reflejos, la recuperación del patio que, hasta ahora, había sido una zona prohibida. La estructura metálica, un elemento clave del proyecto, encaja en las paredes y se apoya en el mobiliario original, dibujando un espacio flexible y dinámico.
Concluye deltastudio que la Barbería Via Solferino se aleja de la imagen estereotipada de una peluquería gracias a los detalles que le confieren elegancia y peculiaridad únicas. Hoy, como entonces, este lugar se caracteriza por la unión de elementos simples y, sobre todo artesanales, distintivos del espacio que dibujan.”
Para más información visiten: deltastudio
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