La artesanía transmite una variedad de gamas cromáticas basadas en los colores rojizos y calderos. Las texturas intencionadas se pueden apreciar en los materiales manuales y cálidos como las fibras naturales, los solados y revestimientos de barro cocido o las piedras naturales. La brasa es el eje conductor de la oferta gastronómica y se presenta con toda su fuerza y calidez. Ubicada en el centro del local y mostrándose desde el acceso, la parrilla y el fuego son protagonistas y se trasladan al espacio mediante una instalación de trigo colgante en colores ocres y dorados.
La sofisticación nos traslada a un Nueva York más moderno, industrial por zonas: dejando la estructura en bruto e instalaciones entrevistas. A la vez el cuidado por el detalle y un juego lumínico basado en el contraste entre neones y luminarias refinadas equilibra el espacio para crear un conjunto unitario. La calidez la aporta el mobiliario cuya intención es dar el máximo confort a los visitantes.
Para más información visiten: Proyecto Singular
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