El pasacable es un elemento que nace de la necesidad de mejorar la fricción de los cables y protegerlos de un posible ataque mecánico o químico. Sin embargo, hoy en día, mas allá de esta función práctica, cumple también una estética en nuestros hogares. Hoy en día disponemos de una gran variedad de pasacables de diferentes medidas y acabados como aliados.
Pasacables domésticos, ¿para que sirven?
Llamamos pasacables domésticos a aquellos apropiados para realizar instalaciones interiores en viviendas, oficinas y otros lugares donde la canalización utilizada sea un diámetro pequeño. Este tipo de pasacable se instala en los hogares con dos finalidades:
Mejorar la fricción, sellar y/o proteger los cables que pasan por él de un posible ataque mecánico o químico.
Ordenar y mejorar la estética de los cables eléctricos de ordenadores u otros equipos electrónicos en hogares u oficinas. Con tal fin suelen utilizarse en combinación con cajas u organizadores para cables.
Los pasacables están fabricados con materiales técnicos que les proporcionan excelentes propiedades mecánicas, pudiendo escoger aquellos que se ajusten a las características de trabajo y durabilidad en sus instalaciones. Hoy en día mas allá del pasacable de plástico negro, podemos elegir además el tamaño, el acabado o el color de los mismos.
Materiales comunes
Nylon: Es el material de mayor efecto memoria y por tanto el que presenta más puntos de rozamiento. El material presenta una forma original curva y su comportamiento en espiral es acentuado. Al ejercer torsión por un lado se consigue un ligero movimiento de giro en el otro extremo. Es el material de menor fuerza de empuje y en las distancias mayores de 20m sus prestaciones son críticas.
Acero recubierto: A diferencia del anterior, el acero es un material de poco efecto memoria con un buen comportamiento frente al rozamiento. El trenzado del cordón es muy compacto lo que ofrece buenas prestaciones de torsión en cualquier dirección. Los pasacables de este tipo presentan un gran equilibrio entre flexibilidad y rigidez, y por tanto buenas prestaciones en cuanto a fuerza de empuje. Permite alcanzar mayores distancias resultando apropiado para trabajos severos.
Fibra de vidrio: Son varillas de gran fuerza de empuje por lo que son perfectas frente al rozamiento en rectas. Es un material frágil sin efecto memoria y muy rígido que transmite perfectamente la fuerza de torsión a lo largo de todo el pasacables. En distancias largas y tubos grandes, es recomendable aumentar al máximo el diámetro de la varilla.
Poliéster trenzado: El material trenzado reduce a la mitad el rozamiento. El trenzado triple es más flexible y de menor rozamiento en curvas; el trenzado monofilamento es más rígido. Gira muy poco sobre sí mismo por lo que transmite muy bien la fuerza de torsión. Ofrece mucho control en el trabajo realizado. Al doblarse no se rompe y recupera fácilmente su forma original sin dañarse, permitiendo alcanzar las distancias más largas.
Pasacables decorativos
Las paredes desnudas son toda una tendencia decorativamente hablando. El protagonismo adquirido por el estilo industrial ha propiciado que dejemos de ocultar en nuestros hogares tuberías, cables y bombillas tras las paredes para convertirlos en un elemento decorativo mas.
Dejar los cables a la vista es una tendencia en hogares de estilo industrial pero no todo vale. Tendremos que buscar mas allá del típico pasacable de plástico negro si queremos que esta solución resulte estética. Y no nos resultará difícil encontrarla; en el mercado existen una gran variedad de pasacables decorativos de distintos tamaños y con diferentes acabados: cromados, niquelados, con piel, textiles…
Un pasacable nos permite pasar varios cables eléctricos, reduciendo así el número de cables a la vista y por ende el ruido visual. Podemos utilizar esta característica para reducir el número de cables que “trepan” por nuestra mesa de trabajo o para organizar los cables que en el salón conectan su televisor y módem, entre otras.
Como los enchufes suelen estar colocados en la zona inferior de la pared, es inevitable que el cableado acabe subiendo al escritorio para conectar pantallas, impresoras, flexos y demás, enmarañándose en un ovillo sin fin. De ahí que ocultar los cables se convierta casi en una obsesión.
Puede hacer que el pasacable pase desapercibido utilizando colores neutros como el blanco o el negro, o darle protagonismo apostando por colores neón o vibrantes azules, verdes o amarillos. Pueden ayudarle a reforzar el estilo industrial en su hogar y además proporcionar a este un ambiente moderno, divertido y juvenil.
Vía: decoora
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