Multiplicar la luminosidad de la acogedora vivienda, dar amplitud a las estancias y respetar el ajustado presupuesto del cliente han sido los principales retos a los que Masaaki Higashi se ha enfrentado en este proyecto. Bautizado como Deco & Boco, la intervención ha supuesto una rehabilitación integral del apartamento original.
Mediante una redistribución del espacio se ha reducido el número de estancias. “Las tres habitaciones, los largos pasillos, el baño y la cocina se habían quedado ya obsoletos para los usos y necesidades contemporáneos. Todos ellos demandaban una actualización que los hiciera más habitables y prácticos”, explica el arquitecto.
Para ganar luz natural y asegurar la ventilación se maximizó el potencial de las dos conexiones con el exterior: el balcón y el patio de luces. La eliminación de medianeras y la reducción del número de dormitorios, de tres a uno con vestidor contiguo, aporta además una gran amplitud.
Para ganar luz natural y asegurar la ventilación se maximizó el potencial de las dos conexiones con el exterior: el balcón y el patio de luces. La eliminación de medianeras y la reducción del número de dormitorios, de tres a uno con vestidor contiguo, aporta además una gran amplitud.
Dinamismo y fluidez espacial
Ocupando un único espacio diáfano, el área más vividera se distribuye en tres ambientes: sala de estar, comedor y cocina. Una distribución fluida con la que se evitan las zonas muertas, de vital importancia dada la reducida dimensión, sólo 45 metros cuadrados, de esta acogedora vivienda .
Aunque Masaaki Higashi había proyectado inicialmente el baño junto al dormitorio, finamente se situó a la entrada, por deseo del propietario. La decisión supuso un doble reto. El de mantener la privacidad de esa estancia, por un lado, y el de transmitir luz a vestíbulo y pasillo, por otro. Para solucionarlo, se optó por un volumen que se adentra en el pasillo, en cuyo interior se aloja el lavabo. Los cristales traslúcidos que lo envuelven recogen y expanden la luz del patio interior.
Ocupando un único espacio diáfano, el área más vividera se distribuye en tres ambientes: sala de estar, comedor y cocina. Una distribución fluida con la que se evitan las zonas muertas, de vital importancia dada la reducida dimensión, sólo 45 metros cuadrados, de esta acogedora vivienda .
Aunque Masaaki Higashi había proyectado inicialmente el baño junto al dormitorio, finamente se situó a la entrada, por deseo del propietario. La decisión supuso un doble reto. El de mantener la privacidad de esa estancia, por un lado, y el de transmitir luz a vestíbulo y pasillo, por otro. Para solucionarlo, se optó por un volumen que se adentra en el pasillo, en cuyo interior se aloja el lavabo. Los cristales traslúcidos que lo envuelven recogen y expanden la luz del patio interior.
Para sacar el máximo partido al espacio, en el pasillo se habilitó un gran armario trastero. Además de una pequeña zona de estudio anexa al volumen saliente del baño. En ella, la altura de la mesa coincide con la de la encimera del lavabo. Ambas fueron elaborados con la misma madera.
Materiales y colores como creadores de espacios
“La elección de los materiales condiciona siempre el estilo del espacio”, señala el arquitecto. En esta ocasión, se ha decidido respetar los elementos de origen más característicos: techo de bovedillas y vigas de hierro.
De igual forma, el color resulta estratégico para definir el espacio. El rojo del suelo del baño aporta calidez, mientras el “tono rubio” de la madera del suelo acota el estudio. Además del mobiliario verde de la cocina. En el centro de la planta, éste armoniza la combinación de colores de la cerámica, la madera y el mármol.
Fotografía: José Hevia
Materiales y colores como creadores de espacios
“La elección de los materiales condiciona siempre el estilo del espacio”, señala el arquitecto. En esta ocasión, se ha decidido respetar los elementos de origen más característicos: techo de bovedillas y vigas de hierro.
De igual forma, el color resulta estratégico para definir el espacio. El rojo del suelo del baño aporta calidez, mientras el “tono rubio” de la madera del suelo acota el estudio. Además del mobiliario verde de la cocina. En el centro de la planta, éste armoniza la combinación de colores de la cerámica, la madera y el mármol.
Fotografía: José Hevia
Para más información visiten: Masaaki Higashi
Vía: diarioDESIGN
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