Una bonita y práctica cómoda isabelina se integra perfectamente en habitaciones de distintos estilos, junto a otros muebles que concuerden con su distinción. Puede encontrarla entre las antigüedades más destacadas, y también en forma de excelentes réplicas de madera de caoba, pino o ébano.
Tiene diversas alternativas a la hora de elegir una cómoda isabelina. En algún caso, la línea isabelina será evidente en elegantes fisonomías estampadas, capaces de alegrar un ambiente clásico.
Raíces de esa cómoda isabelina que le ha conquistado
En la época en la cual reinaba Isabel II, gran protagonista de España en el siglo XIX, los palacios se llenaron de piezas de un estilo innovador para entonces, el isabelino. Esta corriente recupera varios rasgos salientes del estilo imperio, que ha diseñado verdaderas joyas en mobiliario y decoración, representantes de lujo y poder. Hoy puede encontrar estos elementos entre las antigüedades más valoradas.
La cómoda isabelina típica de ese tiempo se fabricaba en caoba, fundamentalmente, pero luego se abrieron paso otros tipos de madera, como el palo santo o el nogal. Además, como decoración de aquella antigua cómoda isabelina, se encuentra mucho más la marquetería que los detalles en bronce.
La tendencia isabelina recupera también, en ocasiones, las esfigies y las garras que simbolizaran las victorias de Napoleón. Los primeros diseños de cómoda isabelina mostraban líneas rectas y acabado sencillo, pero posteriormente se dio paso a grandes muebles de forma cúbica y considerable robustez.
La versatilidad de una cómoda isabelina
Elegante y suntuosa, una bella cómoda isabelina ofrece un destino tradicional, que son las habitaciones para descansar, pero le invitamos a jugar con nuestras ideas y su creatividad para insertarlas en otros contextos de su casa:
Integre una cómoda de perfil isabelino en su recibidor, como mueble de entrada. Seleccione un diseño ligero, que no cargue el espacio, y combínelo con un espejo copete delicado, una lámpara de cristal de Murano y un jarrón antiguo.
La funcionalidad de una cómoda isabelina la convierte en un mueble excelente a la hora de buscar espacio de almacenaje. Incluya una cómoda con varios cajones en su sala de estar decorada en estilo vintage, e incluya dos butacas de presencia isabelina, además de un juego de comedor clásico. Conseguirá que reinen el orden y la armonía visual.
Raíces de esa cómoda isabelina que le ha conquistado
En la época en la cual reinaba Isabel II, gran protagonista de España en el siglo XIX, los palacios se llenaron de piezas de un estilo innovador para entonces, el isabelino. Esta corriente recupera varios rasgos salientes del estilo imperio, que ha diseñado verdaderas joyas en mobiliario y decoración, representantes de lujo y poder. Hoy puede encontrar estos elementos entre las antigüedades más valoradas.
La cómoda isabelina típica de ese tiempo se fabricaba en caoba, fundamentalmente, pero luego se abrieron paso otros tipos de madera, como el palo santo o el nogal. Además, como decoración de aquella antigua cómoda isabelina, se encuentra mucho más la marquetería que los detalles en bronce.
La tendencia isabelina recupera también, en ocasiones, las esfigies y las garras que simbolizaran las victorias de Napoleón. Los primeros diseños de cómoda isabelina mostraban líneas rectas y acabado sencillo, pero posteriormente se dio paso a grandes muebles de forma cúbica y considerable robustez.
La versatilidad de una cómoda isabelina
Elegante y suntuosa, una bella cómoda isabelina ofrece un destino tradicional, que son las habitaciones para descansar, pero le invitamos a jugar con nuestras ideas y su creatividad para insertarlas en otros contextos de su casa:
Integre una cómoda de perfil isabelino en su recibidor, como mueble de entrada. Seleccione un diseño ligero, que no cargue el espacio, y combínelo con un espejo copete delicado, una lámpara de cristal de Murano y un jarrón antiguo.
La funcionalidad de una cómoda isabelina la convierte en un mueble excelente a la hora de buscar espacio de almacenaje. Incluya una cómoda con varios cajones en su sala de estar decorada en estilo vintage, e incluya dos butacas de presencia isabelina, además de un juego de comedor clásico. Conseguirá que reinen el orden y la armonía visual.
Vía: Westwing
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