Desde el principio estuvo claro que para una familia con dos niñas la terraza de este dúplex debía ser un lugar especial, donde disfrutar de las magníficas vistas pero también de la vida cotidiana en familia. Un espacio al aire libre donde recibir a las visitas y donde las niñas pudieran jugar y divertirse.
En función de esta decisión, se alteró lo que, en principio, hubiera podido ser la primera y lógica opción: situar los espacios comunes en la planta baja y los dormitorios, en el primer piso. En su lugar, el diseño realizado por XS Studio for compac design, ubicó la sala de estar, el comedor y la cocina junto a la terraza, y los dormitorios en el nivel de acceso.
El primer desafío fue crear una entrada acogedora que redigiera a la zona pública y que, al mismo tiempo, fuera un agradable espacio de conexión con el área privada. Así que cuando se abre la puerta de entrada, una escalera de hormigón gris claro invita a ascender al piso superior, mientras que un tragaluz sobre las escaleras permite que la luz natural bañe el vestíbulo de entrada, equipado con un armario donde guardar abrigos y bolsos, una cómoda y un espacio donde dejar los zapatos.
A la suite de los padres se llega a través de un largo pasillo con un frente de madera. Este pasillo contiene múltiples espacios de almacenamiento y una entrada oculta para el vestidor y el baño. La habitación de las niñas se encuentra en la parte opuesta y se compone de dos estancias conectadas que, en el futuro, podrán separarse fácilmente. Pero mientras tanto, disfrutan de una espaciosa habitación que permite dormir en un lado y jugar en el otro.
En función de esta decisión, se alteró lo que, en principio, hubiera podido ser la primera y lógica opción: situar los espacios comunes en la planta baja y los dormitorios, en el primer piso. En su lugar, el diseño realizado por XS Studio for compac design, ubicó la sala de estar, el comedor y la cocina junto a la terraza, y los dormitorios en el nivel de acceso.
El primer desafío fue crear una entrada acogedora que redigiera a la zona pública y que, al mismo tiempo, fuera un agradable espacio de conexión con el área privada. Así que cuando se abre la puerta de entrada, una escalera de hormigón gris claro invita a ascender al piso superior, mientras que un tragaluz sobre las escaleras permite que la luz natural bañe el vestíbulo de entrada, equipado con un armario donde guardar abrigos y bolsos, una cómoda y un espacio donde dejar los zapatos.
A la suite de los padres se llega a través de un largo pasillo con un frente de madera. Este pasillo contiene múltiples espacios de almacenamiento y una entrada oculta para el vestidor y el baño. La habitación de las niñas se encuentra en la parte opuesta y se compone de dos estancias conectadas que, en el futuro, podrán separarse fácilmente. Pero mientras tanto, disfrutan de una espaciosa habitación que permite dormir en un lado y jugar en el otro.
Prolongar el espacio interior.
El primer piso acoge las funciones públicas de la vivienda en 45 m², una superficie que se prolonga con la terraza de la azotea si así se desea. En esta planta, explican los arquitectos, uno de “los dilemas a los que se enfrentó el diseño fue encontrar una manera de dar sentido de lugar a la cocina con sus necesidades funcionales y de almacenamiento sin ‘colisionar’ frontalmente con la sala de estar. Para ello, era necesario crear un espacio intermedio que no fuera ni una cocina ni un salón”.
Elegir la ubicación del comedor y la decisión de continuar con el mobiliario de la cocina después de él sirvió para crear un espacio de almacenaje adicional. También hizo que la cocina pareciera más espaciosa, aunque es muy compacta, y que su visión desde la sala de estar resultase menos invasiva. Además, la fachada de la cocina esconde el acceso al baño de cortesía y al área de almacenamiento, brindando privacidad a la estancia a pesar de su proximidad a la zona pública.
La terraza ajardinada se convierte en una extensión del espacio de entretenimiento familiar con una cocina al aire libre y sala de estar. El suelo de hormigón amplía el espacio interior. En el futuro, se colocará allí una mesa de comedor pero, mientras tanto, es un sitio perfecto para que las niñas jueguen y pasen el tiempo.
El primer piso acoge las funciones públicas de la vivienda en 45 m², una superficie que se prolonga con la terraza de la azotea si así se desea. En esta planta, explican los arquitectos, uno de “los dilemas a los que se enfrentó el diseño fue encontrar una manera de dar sentido de lugar a la cocina con sus necesidades funcionales y de almacenamiento sin ‘colisionar’ frontalmente con la sala de estar. Para ello, era necesario crear un espacio intermedio que no fuera ni una cocina ni un salón”.
Elegir la ubicación del comedor y la decisión de continuar con el mobiliario de la cocina después de él sirvió para crear un espacio de almacenaje adicional. También hizo que la cocina pareciera más espaciosa, aunque es muy compacta, y que su visión desde la sala de estar resultase menos invasiva. Además, la fachada de la cocina esconde el acceso al baño de cortesía y al área de almacenamiento, brindando privacidad a la estancia a pesar de su proximidad a la zona pública.
La terraza ajardinada se convierte en una extensión del espacio de entretenimiento familiar con una cocina al aire libre y sala de estar. El suelo de hormigón amplía el espacio interior. En el futuro, se colocará allí una mesa de comedor pero, mientras tanto, es un sitio perfecto para que las niñas jueguen y pasen el tiempo.
Para más información visiten: XS Studio for compact design
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