

Como el espacio de 249 m² era muy pequeño para la planificación de un entorno de trabajo multifuncional, especialmente porque el trabajo de diseño debía combinar zonas de trabajo abiertas y oficinas independientes, el techo se convirtió en una parte muy importante de la estrategia de diseño.
Se crearon líneas de luz, cortadas en un ángulo de 45º, que conectan cada espacio funcional y se extienden a las superficies verticales. La sombra que parece proyectarse desde el techo en el área de reunión es una especie de extensión. Como foco del diseño, en el techo se combinan el color blanco y el gris para controlar la excesiva incidencia de la luz natural en determinados días.

Como “en los día soleados, la luz del sol es demasiado fuerte, el gris se utiliza en la zona sur y cerca de las grandes ventanas. Al hacerlo, se reduce el reflejo de la luz en el interior, el contraste de las lámparas ocultas se mejora y el sentido de estratificación del espacio aumenta”, detalla el estudio.
Concluye Wu Wen, a modo de anécdota, que “después de acabar el proyecto, no entendimos porque la pintura de látex blanca se volvió gris, además, las lámparas ocultas se volvieron blancas, y esto también fue una sorpresa porque tenemos un nivel más en el espacio.”
Para más información visiten: Feeling Design
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