En la actualidad, hay básicamente cuatro tipos de cafeteras, cada una con su sistema de obtención del café:
Cafetera italiana: la cafetera italiana o percolador consta de dos cuerpos que se enroscan por la parte central. La parte inferior es el depósito de agua, que tiene una válvula de seguridad por un lado y donde se pone un filtro con el café, en forma de embudo. La parte superior es el depósito que recibirá el café preparado.
Cafeteras de goteo, filtro o percolador: son eléctricas y tienen un depósito de agua que se calienta y se hace pasar a través del café molido que está depositado sobre un filtro de papel o de malla de aluminio o acero.
Cafetera express: la cafetera express o espresso es eléctrica y hace pasar agua caliente, regularmente 90° a presión de 8-10 atmósferas por 20 a 30 segundos por café molido muy fino, extrayendo su sabor y esencia.
La preparación básica de esta cafetera es el café expreso, que es muy común en restaurantes y cafés, aunque también se ha extendido últimamente al hogar por medio de las cafeteras express monodosis (por ejemplo, Senseo y Nespresso).
Cafetera express monodosis: son las cafeteras expresso de moda por ofrecer café en cápsulas monodosis desechables (Nespresso, Tassimo etc.).
El complemento de la cafetera es el molinillo de café, con que se muele el grano a un tamaño concreto para cada tipo de cafetera o directamente el café ya molido y últimamente, mucho más cómodas, las cápsulas monodosis de café con cientos de aromas diferentes para elegir.
Vía: Consumoteca
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