Las butacas son las grandes protagonistas del salón. Confieren esa pequeña sensación de poder cuando las ocupamos y son ideales para descansar y relajarse. Una butaca de piel cumplirá estos requisitos y además será un elemento de decoración que nunca pasa de moda.
Una butaca de piel es para toda la vida
Hay productos que son siempre un acierto. Es el caso de una butaca de piel. Este tipo de sillón es cómodo, duradero y con un estilo que traspasa cualquier moda. Al igual que los sofás tipo Chester, la butaca de piel es una pieza que no entiende de tendencias porque siempre es bienvenida. Dependiendo de la forma y color que tenga nuestra butaca la utilizaremos para diferentes tipos de decoración, bien sea acompañada de sofás a juego o en solitario.
Solemos imaginar las butacas de piel en colores naturales como el marrón o el negro. Pero se pueden ver teñidas en muchos más tonos que le darán un toque original, como por ejemplo el rojo, y que puede unir a mesas auxiliares para crear zonas. En caso de elegir una butaca de piel en color vivo habrá que contrarrestar con una base más tenue para que la pieza destaque.
Butaca de piel: un básico en su decoración.
Hay diferentes tipos de piel dependiendo del proceso de obtención de la misma y también de su tratamiento posterior. Las pieles plena flor se sacan de la parte más cercana a la epidermis del animal y son poco tratadas con productos o técnicas de rectificación, esto hace que tengan un acabado más vasto, desigual y natural. Las pieles en flor están un escalón por debajo de las anteriores y tienen menos resistencia, pero suelen estar más tratadas y con un acabado más suave.
Una butaca de piel con remaches metálicos y junto a unas mesas auxiliares metálicas, dará a cualquier rincón un toque de diseño industrial.
También son geniales para las decoraciones exóticas. Una butaca de piel marrón con un par de cojines animal print y el éxito está asegurado.
Si añade cojines blancos de pelo largo suave y algunos detalles en plata, su sillón de piel quedará perfecto en una habitación con muebles de estilo romántico.
Por supuesto, si elige una butaca con un diseño de trazos setenteros, como recién salida de una película de Kubrick, quedará ideal en una decoración de estilo vintage.
Butaca de piel: un básico en su decoración.
Hay diferentes tipos de piel dependiendo del proceso de obtención de la misma y también de su tratamiento posterior. Las pieles plena flor se sacan de la parte más cercana a la epidermis del animal y son poco tratadas con productos o técnicas de rectificación, esto hace que tengan un acabado más vasto, desigual y natural. Las pieles en flor están un escalón por debajo de las anteriores y tienen menos resistencia, pero suelen estar más tratadas y con un acabado más suave.
Como hemos dicho, una butaca de piel queda bien en muchos tipos de decoración, pero hay algunos estilos en los que encaja especialmente. Con los siguientes consejos podrá adaptar su butaca de piel para que tenga cabida en casi cualquier ambiente:
Una butaca de piel con remaches metálicos y junto a unas mesas auxiliares metálicas, dará a cualquier rincón un toque de diseño industrial.
También son geniales para las decoraciones exóticas. Una butaca de piel marrón con un par de cojines animal print y el éxito está asegurado.
Si añade cojines blancos de pelo largo suave y algunos detalles en plata, su sillón de piel quedará perfecto en una habitación con muebles de estilo romántico.
Por supuesto, si elige una butaca con un diseño de trazos setenteros, como recién salida de una película de Kubrick, quedará ideal en una decoración de estilo vintage.
Vía: Westwing
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