Desde las costas mediterráneas, concretamente desde la ciudad de Valencia, nos llega el último proyecto realizado por Gestionarq. En esta ocasión nos trasladamos momentáneamente a la estación estival para descubrir la impresionante remodelación que este estudio de arquitectos ha efectuado en Heladería Llinares, una de las heladerías más conocidas de la capital levantina.
La intervención ha cambiado el local prácticamente por completo, en especial la zona de la barra, donde se han cambiado hasta las máquinas por unas nuevas. Llama la atención el tratamiento de las paredes, con un panelado de Venis y un gran logotipo de la heladería iluminado que domina la pared, que se ha completado con unos vinilos con simpáticas imágenes de niños comiendo helado.
Por otro lado, tanto el sistema eléctrico como el suelo se han renovado completamente. Para éste último se ha escogido un gres porcelánico que imita la madera. También se ha renovado la carpintería de madera de las puertas, así como todo el mobiliario del local.
Sin embargo, las mejores actuaciones se han llevado a cabo en el techo y la fachada del local. El techo ha sido renovado con pladur liso en la zona de la barra y el resto en desmontable. Para el diseño del techo se ha tenido en cuenta la doble función de esta conocida heladería; que hace las veces de tienda de turrones en invierno, cuando la demanda de helados cae. Unos cortineros instalados en el techo permiten desplegar unas cortinas decoradas con imágenes que sirven para reducir el espacio durante el invierno, momento en el que también se reduce la clientela.
Para la fachada, por otro lado, se han realizado los rótulos a base de Dibond (panel de aluminio vinilado), mientras que en la puerta se ha efectuado un cerramiento en acordeón o de cortinas de cristal. De esta manera se permite su total apertura en verano; la época de mayor ajetreo y volumen de ventas para este local valenciano.
Para más información visiten: Gestionarq
Vía: Blog Plan Reforma
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