La obra es una cervecería artesanal construida en barrio Güemes. Barrio de marcados contrastes, donde conviven antiguas viviendas de la zona con propuestas gastronómicas y culturales que son tendencia en Córdoba. El local está ubicado en Calle Fructuoso Rivera, a media cuadra de la cañada. La propuesta comercial de la marca fue construir una cervecería que responda al concepto de parador, donde el cliente puede encontrar una importante variedad de cervezas y acompañarlas con algo para picar.
La construcción es un gran contenedor de 335 metros cuadrados, con techo y columnas metálicas y paredes de ladrillo común, sin revocar. Espacialmente, este vacío está atravesado por un puente metálico con envolventes de chapa perforada oxidada, que aporta imagen fabril y define el lugar. Los perfiles de hierro, sobredimensionados y oxidados, sumados a los muros de ladrillo a la vista, completan la estética industrial. Sin lugar a dudas, la barra de chapa ondulada oxidada y madera de incienso, junto con el pilón de acero inoxidable de 24 canillas, dan carácter y completan la estética.
El metal es el material predominante en la propuesta, no solo en la estructura, sino también en estanterías, mesas, sillas, banquetas, aberturas y pérgolas. También la madera natural está presente en revestimientos y muebles. La sutil relación que existe entre la cerveza artesanal y el cuidado de los detalles, es una de las virtudes de la obra. Un ejemplo son los tres artefactos de iluminación de confección artesanal que dominan el ingreso y confirman la idea de que se está visitando un espacio único.
La construcción es un gran contenedor de 335 metros cuadrados, con techo y columnas metálicas y paredes de ladrillo común, sin revocar. Espacialmente, este vacío está atravesado por un puente metálico con envolventes de chapa perforada oxidada, que aporta imagen fabril y define el lugar. Los perfiles de hierro, sobredimensionados y oxidados, sumados a los muros de ladrillo a la vista, completan la estética industrial. Sin lugar a dudas, la barra de chapa ondulada oxidada y madera de incienso, junto con el pilón de acero inoxidable de 24 canillas, dan carácter y completan la estética.
El metal es el material predominante en la propuesta, no solo en la estructura, sino también en estanterías, mesas, sillas, banquetas, aberturas y pérgolas. También la madera natural está presente en revestimientos y muebles. La sutil relación que existe entre la cerveza artesanal y el cuidado de los detalles, es una de las virtudes de la obra. Un ejemplo son los tres artefactos de iluminación de confección artesanal que dominan el ingreso y confirman la idea de que se está visitando un espacio único.
Para más información visiten: Estudio Juan Ballester
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