martes, 28 de noviembre de 2017

Cuidados de los sofás de polipiel

La piel sintética, también conocida como polipiel, es un material artificial muy utilizado en el sector del mobiliario para tapizar sofás. Esto es así porque su uso implica un coste menor que el uso de piel, motivo por el cual los fabricantes pueden ofrecer precios más competitivos con los que atraer a sus clientes.
A pesar de que se venden a precios más accesibles, hay que tener en cuenta que la compra de un sofá de polipiel implica una inversión muy importante. Lo malo es que por mucho que imiten a la perfección a los sofás de piel a simple vista, no son de tanta calidad y requieren más cuidados para que no se agrieten. Por eso, con el objetivo de que alargue la vida útil de su sofá al máximo, hoy queremos compartir con usted los cuidados que debería brindarle para que esté siempre como nuevo.

Cuidado con el sol y las fuentes de calor

Para empezar, debería hacer todo lo posible por evitar que esté en una zona de la casa expuesta al sol directo o cercana a fuentes de calor, como es el caso de un un radiador o una estufa. Si no tiene más remedio que colocarlo debajo de las ventanas del salón, le recomendamos comprar unas cortinas que no dejen pasar la luz con facilidad.

Otro enemigo: la humedad

La humedad tampoco ayuda. Un sofá de polipiel sufre cuando lo limpiamos y no lo secamos bien. Hay que emplear un paño seco para dejarlo como estaba antes de ponernos manos a la obra con la limpieza. Además, es bueno tener en mente que hay acciones cotidianas que pueden estropearlo si se repiten día tras día, como por ejemplo lo de apoyar la cabeza con el pelo mojado tras salir de la ducha.

Paño húmedo y nada más

Cuidado con el mito de utilizar toallitas de bebés o desmaquillantes para limpiarlo. Aunque se lo dicen hasta los comerciales de las tiendas que visita en busca de su sofá nuevo, debe saber que es una práctica contraproducente. No solo lo estropeará, sino que también perderá su brillo. Lo que hay que hacer es utilizar un paño húmedo con agua templada (ojo porque no es lo mismo húmedo que mojado) y secar la zona a conciencia.

Manchas difíciles

Hay manchas temibles como las de grasa, sangre o tomate que nos incitan a actuar rápidamente y por impulso. Tenga cuidado con los productos de limpieza que suele utilizar porque puede deteriorar el tejido del sofá y su color. En estos casos hay que recurrir a un paño humedecido con jabón neutro o a la piedra de arcilla. Si la mancha es de las que no se van fácilmente, puede utilizar detergente neutro, aunque le recomendamos hacer una prueba en una zona poco visible del sofá para evitar desgracias.

Mantenimiento

Para el mantenimiento del sofá de polipiel lo mejor es utilizar un paño humedecido con agua tibia cada semana. Piense que no solo hay que eliminar las manchas para que se mantenga en perfecto estado, ya que el polvo es un enemigo silencioso que actúa “comiéndose” el brillo y el color original.

Dos prohibiciones

Por último, un par de consejos sobre lo que no hay que hacer bajo ningún concepto. En primer lugar, ni se le ocurra emplear cera o betún porque lo echará a perder. En segundo lugar, cuando lo limpie no lo frote con demasiada fuerza porque es perjudicial.

Vía: Decorablog

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