Los materiales y la conservación de estructuras originales han sido aspectos fundamentales en este proyecto de reforma, realizado por KEMA Studio, donde una antigua carpintería se ha transformado en un moderna y funcional vivienda. La incorporación de los arcos de ladrillo, la estructura de acero y los pilares de hormigón originales al nuevo diseño han permitido que pudiera seguir percibiéndose el origen industrial del lugar. La vivienda se encuentra en Anjos, una antigua freguesia perteneciente al concejo de Lisboa, en una zona con un denso tejido urbano, donde se mezclan industrias y viviendas.
Originalmente, la antigua carpintería tenía poca luz natural y contaba con un pequeño espacio exterior sin ninguna identidad. A pesar de ello, el objetivo de la reforma ha sido respetar al máximo el interior aunque se abrió la fachada posterior para dejar entrar más luz y reforzar la relación entre el interior y el exterior.
En la nueva distribución, la cocina y el baño (zonas húmedas) se han ubicado aprovechando las paredes de ladrillo existentes, mientras que el resto de estancias se han distribuido en el espacio restante: la sala de estar y el comedor compartiendo un ambiente diáfano con la cocina, y el dormitorio, al lado del patio. Además, se realizó una separación adicional de funciones introduciendo dos volúmenes: en uno de ellos (una caja de madera negra), se creó una zona técnica y de almacenamiento, y el segundo es una caja revestida de cálidos paneles de corcho, en la que se encuentra el dormitorio doble con acceso a una galería que tiene conexión directa con el patio posterior. Ambas cajas se han fabricado con materiales ecológicos sostenibles producidos en Portugal.
En la misma línea de no perder la identidad del espacio -el local era un taller de carpintería muy conocido-, también se reutilizó toda la madera que quedaba en el taller de una manera contemporánea. Con ella se fabricó la isla de la cocina, las mesitas de noche y la pared exterior del patio como un gran puzzle realizado con más de 14 tipos de madera procedentes de todo el mundo.
De esta forma, explica el estudio, se ha podido “enfatizar el carácter industrial preexistente. Jugamos con contrastes de colores, temperatura y sonido. Teníamos la intención de crear un espacio hogareño, pero aún así mantener la identidad ‘industrial’, por lo que hemos emparejado el negro, frío y ruidoso acero con los tonos brillantes del cálido y tranquilo corcho”. Todo ha repercutido en la creación de un espacio bien definido donde persiste el recuerdo de lo que fue. “Un cómodo espacio, penetrado por la luz de la mañana desde la zona de la entrada e inundado por la luz del sol de la tarde que entra desde el patio trasero.”
Para más información visiten: Kema Studio
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