Ana Bardají, copropietaria y gerente de Siete Semillas, les transmitió desde el principio su sueño de crear un espacio en el que se experimentara realmente lo que significa comer sano. Sin medias tintas. 100% ecológico. No debía ser un restaurante, ni una cafetería, ni una tienda... debía ser todos ellos a la vez. Y partieron de cero. No había nombre, eslogan, marca y por supuesto no había proyecto del espacio.
A partir de ahí, comenzaron a trabajar en todos y cada uno de los aspectos y características que debían abarcar y cumplir. Crearon el nombre de Siete Semillas, y el eslogan “Una experiencia gastronómica 100% ecológica”.
En cuanto al local, se eliminaron todas las “capas” que se habían ido acumulando en las paredes y techo con las anteriores reformas, y dejaron la estructura, paredes y techos originales, sin ni siquiera pintarlos. Desnudaron el local, lo hicieron auténtico, devolviéndolo a su estado original, sin manipular. Un estado en el que se muestra mucho más bello, mostrando su esbelta estructura metálica y su alto techo compuesto por bóvedas cerámicas. Para ellos no hay mejor manera de transmitir que lo que el cliente va a comer es también auténtico, recién traído y cocinado lo justo para que lo saboree al máximo (incluso a veces sin cocinar).
Para contrarrestar este efecto “en bruto” y darle calidez y confort al espacio, prestaron especial atención a determinados detalles, como la zona de la tienda (con un alicatado que recuerda a las baldosas de las aceras de antaño), las plantas del local, o el enorme espejo que decora la zona de la barra. Esta zona pretende ser una metáfora de las terrazas de campo con “porche” para proteger del sol, donde muchas veces se come de pie, con una cerveza o una copa de vino en la mano.
Por último, y casi lo más importante, abrieron la cocina al público. Y el resultado es una transparencia para el cliente que rara vez se percibe en un restaurante. No hay trampa ni cartón. El cliente puede ver cómo se cocinan y preparan desde el café hasta los platos más sofisticados, y SIEMPRE 100% ecológicos.
Es importante destacar que desde el principio, tanto la promotora como ellos, pusieron el foco en que la gran mayoría de recursos utilizados para la construcción y diseño del local fueran de la zona de Málaga. La malla metálica del techo, el espejo, las estanterías y especialmente las lámparas de la zona de comensales (diseñadas por Reformarketing para este proyecto), fueron ejecutadas por un herrero local. La cocina también la suministró una empresa local. Y el mobiliario es de una empresa de Yecla, no de una empresa global como suele ocurrir. Querían que la sostenibilidad fuera real.
Todo lo dicho anteriormente con un objetivo muy claro: que el local contribuya a generar una experiencia diferenciadora para el cliente, una experiencia que sea el núcleo de la identidad de marca de Siete Semillas. Una experiencia gastronómica 100% ecológica.
Para más información visiten: Reformarketing
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