martes, 31 de octubre de 2017

La peluquería turquesa de Bilbao: Parole Parole.

En una peluquería la fidelidad se gana con las tijeras y la relación particular entre experto y cliente. Pero, como en todo, un buen espacio mejora la experiencia. En los últimos años las peluquerías han puesto su foco de atención en el interiorismo, aunque en esta clase de locales no siempre vale ser moderno. La calidez es un ingrediente importante a la hora de dar con el tinte perfecto. Y eso es lo que ha buscado Natalia Zubizarreta a la hora de diseñar la peluquería en Bilbao Parole Parole.
La elección de los materiales y la iluminación ha sido clave para conseguir una atmósfera acogedora. Esto pasa por la elección de materiales orgánicos, aunque combinados con aparatos técnicos de iluminación “que contrastan y actualizan el diseño”, explica la interiorista. En este aspecto, la luminosidad también refleja el espíritu vitalista y divertido de las propietarias del local.
La peluquería se ubica en una zona peatonal renovada, rodeada de jardines y con una buena afluencia de paso. Este hecho fue también determinante a la hora de enfocar el proyecto. De cara aprovechar esta situación, se diseñó una fachada abierta al exterior mediante unos amplios ventanales, convirtiéndose en un gran escaparate.
La distribución del local, llevada a cabo por Ekora Rehabilitación, sigue la lógica de la actividad que se lleva a cabo. La zona de lavado está al fondo ya que es donde menos tiempo permanecen los clientes. Mientras que los sillones de corte y peinado quedan visibles a los transeúntes con el fin de invitarlos a entrar.
Como decíamos, la luz es esencial en estos salones. La diseñadora vasca habla incluso de “respeto a la realidad cromática”. Por ello eligieron luminarias adaptadas para las zonas de corte y peinado, dejando espacio también para la iluminación decorativa.
Los colores empleados también definen el proyecto. En concreto el azul turquesa rebautizado como ‘azul Parole’. Evoca al elemento agua y evita “el aburrimiento”.
La madera y el cobre son los dos materiales predominantes. El primero en acabados naturales, mates y envejecidos, emulando a los troncos secos. El cobre, por su parte, protagoniza los detalles: apliques, estructuras, reposapiés, etc.

Varios elementos destacan por su originalidad: la estantería de casi cuatro metros de altura fabricada con tubos de fontanería; las puertas correderas formadas por tableros de madera antigua; el mostrador revestido de azulejos; y los cubos de madera para apoyar las herramientas de trabajo.
Por último, de cara a fortalecer el aspecto natural, han optado por detalles como los pilares de hormigón sin revestir y sillones modelo Butterfly de piel natural para la zona de espera. Estos, a su vez, aportan el toque moderno y de diseño, al cual se unen el espejo en hierro y cuerda del baño, la lámpara suspendida del salón y los sillones modelo Basic de Philippe Starck en acero mate y material vinílico de textura lino.

Fotografía: Erlantz Biderbost 
Para más información visiten: Interiorismo Natalia ZubizarretaEkora Rehabilitacion
Vía: diarioDESIGN









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