Antonio Ramirez llevaba más de 20 años gestionando su pizzería Albabel en Picaña cuando contactó a Masquespacio con el sueño de convertir su antiguo restaurante en uno completamente nuevo. Siendo un gran apasionado de la gastronomía tanto nacional como internacional Antonio tenía desde años el deseo de ofrecer un nuevo concepto gastronómico que fusionaba la cocina mediterránea con algo de sus raíces andaluces y un toque puntual de la gastronomía internacional. Para esta nueva aventura contando con el apoyo de su hermano Rafael aspiró a tener un espacio en el que pudiera sentirse como en casa.
Así el nuevo espacio de Albabel en Picaña se inspira claramente en las raíces andaluces de sus fundadores mediante materiales reconocibles del sur de España como la rafia, los ladrillos de tierra, las plantas y los ornamentos entre otros. El diseño busca fusionar la Andalucía más ecléctica con la sofisticación de su artesanía. Como suele ser habitual en muchos de los proyectos de Masquespacio además cuenta con una chispa explosiva de color combinado con patrones que representan la inspiración gráfica de la consultoría creativa española.
Cabe destacar por otra parte el uso de mobiliario de olivo, contando con algunas sillas y taburetes hechos específicamente para el proyecto con la madera más usada en el sur de España.
Cabe destacar por otra parte el uso de mobiliario de olivo, contando con algunas sillas y taburetes hechos específicamente para el proyecto con la madera más usada en el sur de España.
Para más información visiten: Masquespacio
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