Los proyectores ofrecen una luz directa, perfecta para iluminar las puertas de entrada a la casa, el acceso a la cochera, patios o zonas del jardín que necesiten una gran potencia lumínica.
También se utilizan con una función decorativa: bañar de luz la fachada o destacar el volumen de esculturas, árboles o macizos de flores.
Los proyectores más habituales son cuadrados o rectangulares, aunque también los hay redondos y más pequeños.
Aprovechar la luz
Al elegir un proyector, hay que tener en cuenta su potencia lumínica para conseguir la iluminación necesaria, ni más ni menos. Además, al instalarlo, es importante orientarlo de forma que el haz de luz solo ilumine la zona que lo necesita evitando, sobre todo que se dirija hacia el cielo. Así, no solo se aprovecha al máximo la luz, también se contribuye a disminuir la contaminación lumínica.
¿Fijo o portátil?
Los proyectores pueden ser fijos o portátiles. Todos son orientables para poder dirigir el haz de luz donde se necesita.
Fijos. Se suelen atornillar a una pared o a una estructura, sea los travesaños de una pérgola o un trípode (algunos se venden con trípode incluido). Para resaltar objetos o plantas, se suelen utilizar pequeños proyectores que vienen con pica para clavar en la tierra. Así se ilumina de abajo hacia arriba poniendo en valor lo que se quiere destacar.
Portátiles. Estos proyectores tienen un soporte para apoyar en el suelo e incluyen un asa para facilitar su transporte. Son muy útiles para usos esporádicos en los que se necesita una iluminación extra: fiestas, celebraciones, acampadas…. Existen de dos tipos:
- Con cable. Son los más habituales. Para su uso, se necesitan alargos desde la toma eléctrica hasta donde se los quiere situar.
- Sin cable. Una opción muy cómoda: se enchufan en una toma eléctrica para cargar la batería que llevan incorporada. Una vez cargada, funcionan de forma autónoma sin necesidad de estar enchufados.
También los hay con altavoz incorporado: mediante conexión bluetooth permiten escuchar música en cualquier lugar.
Clave su proyector donde quiera
Ahora puede colocar el proyector sobre una piqueta y clavarlo sobre el césped de su jardín. De esta manera puede acoplar el proyector al soporte y colocarlo directamente sobre el terreno. Una solución fácil de instalar y que le permite jugar con la luz y con sus arbustos o plantas para crear decorativas composiciones.
¿Con casquillo o led integrado?
Tradicionalmente, los proyectores llevaban un casquillo para colocar una bombilla halógena, de halogenuro o fluocompacta (conocidas como “de bajo consumo”). En la actualidad, hay dos opciones:
Proyectores con casquillos. Vienen listos para colocar una bombilla. Algunos de los casquillos más habituales son: R7S y E27 para los proyectores rectangulares y GU10 para los pequeños. Es recomendable colocarles bombillas leds (en lugar de halógenas u otras) ya que duran más y consumen mucho menos.
Casquillo
Mire el tipo de casquillo que lleva el proyector que elija y pida en su tienda una bombilla led para ese casquillo. Hoy en día, ya hay bombillas leds para todos los casquillos de uso habitual en el hogar.
Fíjese bien en la potencia que necesita.
Proyectores con leds integrados. Como la tecnología led es la más durable, ya se fabrican proyectores que llevan los leds incorporados. Al terminar la vida útil de los leds, hay que sustituir el proyector.
Las luminarias con leds integrados tienen una ventaja extra: al no tener que abrirlas nunca para cambiar la bombilla, se evitan posibles daños en las piezas (normalmente de goma) que garantizan su estanqueidad.
Hay bombillas led integrados que permiten al usuario no solo regular la intensidad lumínica (leds dimables o regulables), sino también elegir el color (leds RGB) de la luz.
Proyectores con detector de presencia o crepuscular
Hay proyectores que incorporan sensores que, al detectar movimiento o ausencia de luz natural, se encienden automáticamente.
Proyectores con detector crepuscular. Se encienden automáticamente al anochecer y se apagan al amanecer.
Proyectores con detector de presencia. Se encienden automáticamente cuando alguien se aproxima. Ofrecen muchas ventajas:
- Ahorro. Se apagan automáticamente pasado un tiempo sin detectar movimiento. Así, no se corre el riesgo de dejarse las luces encendidas.
- Practicidad. No es necesario dar a un interruptor para encender o apagar la luz, algo muy útil, por ejemplo a la entrada de la cochera (no hay que bajarse del coche).
- Seguridad. La luz se enciende delatando cualquier presencia. Para evitar que se encienda ante la presencia de perros o gatos, algunos proyectores incorporan el sistema antimascota: la luz se enciende solo al detectar cuerpos más grandes, habitualmente de más de 25 kg.
Si ya tiene un proyector, puede comprar un detector de movimiento o uno crepuscular apto para exterior y conectarlo al proyector.
Una alternativa a los detectores crepusculares son los programadores de tiempo, que permiten programar el encendido y apagado de las luminarias. Encuéntrelos en la sección de Electricidad y domótica de su tienda.
Proyectores solares: luz gratis
Una excelente opción para conseguir el máximo ahorro son los proyectores solares. Además del ahorro en electricidad, las soluciones solares tienen otra ventaja: su fácil instalación, ya que no necesitan estar conectadas a la red eléctrica.
- Coste de electricidad: 0€.
- Coste en instalación: 0€.
- Coste en instalación: 0€.
¿Cómo funcionan?
Los proyectores solares incluyen un pequeño panel fotovoltaico capaz de transformar la energía solar en eléctrica para iluminar la bombilla (o leds integrados). Incorporan, además, un sensor crepuscular: cuando anochece, la luz se enciende automáticamente con la energía acumulada gracias a la exposición solar. La mayoría incorporan también detector de presencia.
La luz puede permanecer encendida hasta 8 horas, según el sol que hayan recibido las células fotovoltaicas del panel.
Colocación
Es fundamental que el proyector se sitúe en un lugar que reciba rayos solares durante el mayor tiempo posible.
El índice de protección
Todas las luminarias que se utilizan en exterior deben contar con protección respecto a la humedad, la lluvia y/o el polvo. Hay distintos niveles de protección: se trata del Índice de Protección (IP).
El IP se expresa con dos números:
- El primero, indica la protección frente al polvo o partículas sólidas. La escala va del 0 al 6. El 6 señala la protección máxima.
- El segundo indica la protección frente al agua. La escala va del 0 al 8. El 8 indica la máxima protección, es decir que la luminaria se puede sumergir en el agua.
Elija el proyector con el IP adecuado según donde lo vaya a colocar. Si, por ejemplo, el proyector estará ubicado debajo de un voladizo o en un porche, podrá tener un IP 23, como mínimo. Si está al aire libre se necesitará, cómo mínimo, un IP 44. Si se instalan en zonas verdes que se riegan a menudo deberán contar con un IP 68 para que no se deterioren por el continuo contacto con el agua.
Aprovechar la luz
Al elegir un proyector, hay que tener en cuenta su potencia lumínica para conseguir la iluminación necesaria, ni más ni menos. Además, al instalarlo, es importante orientarlo de forma que el haz de luz solo ilumine la zona que lo necesita evitando, sobre todo que se dirija hacia el cielo. Así, no solo se aprovecha al máximo la luz, también se contribuye a disminuir la contaminación lumínica.
Vía: Leroy Merlin
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