jueves, 12 de enero de 2017

Una vivienda para ser feliz por Iván Cotado Diseño de Interiores

Normalmente, al interiorista se le pide que la vivienda que va a diseñar tenga un número determinado de dormitorios y baños o que las paredes luzcan color concreto. Sin embargo, en esta ocasión, el diseñador de interiores Iván Cotado recibió de su cliente una petición mucho más especial: “quiero una vivienda para ser feliz con mi familia”. Éste fue el punto de partida que guió el diseño de esta vivienda cálida y acogedora que, originalmente, fue un espacio opresivo y excesivamente compartimentado, que dificultaba el paso de la luz natural.
Tras eliminar uno de los tabiques que delimitaban el vestíbulo de entrada y juntar dos habitaciones, la vida en la casa se articula ahora alrededor de un amplio salón-comedor de más de 30 m2. Aquí, se puede disfrutar de una amplia zona de relax con televisión y una mesa para seis comensales sin que apenas se evidencien los bien disimulados elementos de almacenaje. Los mismos que, junto con la iluminación y los falsos techos, permiten camuflar las vigas y pilares que deslucían el espacio original.
Explica el interiorista gallego que a esta amplia estancia “se abren sin tapujos los accesos a las habitaciones, el cuarto de baño principal y una elegante y disfrazada cocina que aspira a ser un cuarto de estar más. Tradicionalmente, así ha sido en las cocinas gallegas. La cocina como una extensión del salón o, simplemente, un mini salón con televisión y acceso directo al arte culinario que, por otra parte, se esconde a primera vista. Según el momento, la cocina podría convertirse en un íntimo segundo salón, en una amplia cocina con todo lo necesario o en las dos cosas a la vez”.
Una neutralidad conseguida gracias a la ausencia visual de la lavadora, la secadora, el horno, el fregadero, el lavavajillas, la placa vitrocerámica, el frigorífico, el congelador, el microondas, la Thermomix, el pequeño cuarto de despensa y planchado, el aparataje gastronómico y útiles varios que están totalmente camuflados tras las puertas de madera.
El resto de la vivienda se divide entre un dormitorio principal y dos individuales, un sencillo baño con bañera en solid surface y un segundo, integrado en la habitación de los padres, con una ducha totalmente cerrada e iluminada por luces indirectas, un inodoro independiente y un lavabo abierto.
Visto en conjunto, toda la casa emana una relajante uniformidad que proviene del uso de las formas lineales, de los materiales (madera y cerámica), el color y la recuperada luz natural que se prolongan a través de los interiores. En este sentido, todo el mobiliario queda conformado en DM lacado blanco mate, en el caso de los armarios del salón, pasillos y habitaciones secundarias; y madera de roble, en el caso del mueble-cabecero de la habitación principal, los muebles de los cuartos de baño, el mueble de la televisión del salón y los escritorios de las habitaciones infantiles. Por otro lado, a la omnipresente luz natural se suma una discreta iluminación artificial “que solo se hace presente cuando es menester a través de luces indirectas y pequeños puntos de luz dispuestos con tacto y mesura.”

Para más información visiten: Iván Cotado 










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