Un palacio del siglo XIX con una ubicación privilegiada en el Madrid de los Austrias alberga el nuevo hotel de cinco estrellas Gran Meliá Palacio de los Duques, cuya espectacular renovación se debe al arquitecto Alvaro Sans y a la interiorista Adriana Sans. Una mezcla exquisita de lo mejor del diseño contemporáneo en un marco de inspiración renacentista.
Llamado a convertirse en todo un referente para los amantes del diseño, el arte, el interiorismo y la arquitectura, el nuevo establecimiento es el resultado de la restauración del conocido Hotel Ambassador, situado en el antiguo emplazamiento de dos relevantes edificios: el convento de Santo Domingo y el palacio de los Duques de Granada de Ega y Villahermosa —coleccionistas de arte y miembros de la sociedad intelectual madrileña de mediados del siglo XIX—, cuya pasión por la pintura de Velázquez les llevó a donar una de sus obras, el retrato de Don Diego del Corral y Arellano, al Museo del Prado.
El arquitecto Alvaro Sans ha sido la persona encargada de llevar a cabo la renovación completa de este hotel, en el que ha logrado crear un edificio contemporáneo sin perder el espíritu neorenacentista.
La arquitecta Adriana Sans ha liderado el magnífico proyecto de interiores haciendo que la sensación del lugar sea muy intensa, al tematizar el proyecto con la obra del pintor Diego Velázquez.
Las meninas, Las Hilanderas o La Venus del espejo, entre otras célebres obras, coexisten con la vanguardia y la calidad de piezas de marcas de gran trayectoria internacional como Vitra, Moroso, Minotti, Flos o B&B Collection.
No es la primera vez que Meliá Hotels International confía en el talento del arquitecto español, quien ha realizado numerosos proyectos en diferentes partes del mundo. Ganador de innumerables premios, sus diseños siempre son concebidos con una gran conciencia ecológica y respeto por el entorno local.
El antiguo palacio es un edificio neorenacentista, claramente inspirado en el Palazzo della Cancelleria de Roma, al cual, tras sucesivas reformas más o menos afortunadas, se ha tratado de devolver su esplendor original. Debido a su interés patrimonial, este majestuoso edificio mantiene algunos elementos originales del siglo XIX como su fachada isabelina, la espectacular escalera central en hierro forjado y madera, realzada por varias imponentes lámparas Wireflow, de Vibia, o el claustro con bóveda acristalada, hoy en día vestíbulo del hotel.
Otro de los principales atractivos es su Jardín Histórico y la fuente, que gracias a un exhaustivo trabajo de arqueología y recuperación, respeta la estructura original, así como las antiguas caballerizas del palacio, emplazamiento en la actualidad del restaurante gastronómico Dos Cielos, de los chefs Javier y Sergio Torres.
Gran Meliá Palacio de los Duques cuenta con tres espacios gastronómicos concebidos cada uno con una personalidad y carácter propios. Mientras el restaurante Coroa Lounge & Gardens, presidido por una espectacular barra de mármol de Portoro, combina una exquisita decoración y ambientación con mesas en distintas alturas;
Por su parte, el recoleto Montmartre 1889, cuida el detalle y cada rincón guarda una sorpresa: litografías, sillones de terciopelo y plantas aromáticas forman parte de una decoración coherente y bien hilada, que le imprime carácter.
Reconocido bajo el sello de Leading Hotels of the World, Gran Meliá Palacio de los Duques es un claro ejemplo de que pasado y presente pueden convivir en un mismo espacio.
Para más información visiten: Meliá, Alvaro Sans
Vía: diarioDESIGN
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